Piraña 3D
Sangre y pedazos de cuerpo que flotan en el mar, todo en serie B.
Quien vaya a ver Piraña 3D esperando recibir dosis de sustos y brincos en pantalla, está en la función equivocada.
La trama sigue el mismo patrón que se ha visto en cintas sobre hombre vs. naturaleza, desde Tiburón, Aracnofóbia hasta Pico de Dante: un pequeño poblado, sin deberla ni temerla, es amenazado por fuerzas ajenas a su control. En este caso son miles de jóvenes quienes deberán cuidar todas las partes de su cuerpo de no ser devoradas por pequeñas pirañas hambrientas.
Alexandre Aja ha optado más por el gore veraniego que por un desarrollo de personajes, algo completamente razonable al tratarse de una historia sobre pirañas asesinas. Sin embargo se pudo haber agradecido que existieran personajes menos estereotipados a los vistos en centenar de cintas serie B. Aunque la presencia de Christopher Lloyd y Richard Dreyfuss bien valen la pena el boleto.
Por su parte el uso del 3D está ahí para saciar más nuestras ganas de sangre salpicada en las pantallas y no sólo eso, sino que hay un par de "momentos" en el que hasta vemos miembros del cuerpo humano que no son tan comunes en cintas 2D, y que seguro en 3D es la primera vez en la historia que vemos algo así.
Al final Piraña 3D es eso, una producción grande pero que vive dentro de la serie B. Mujeres nadando desnudas mientras escuchamos música clásica, despellejamiento violento que deja ver el esqueleto humano en segundos y hasta Ving Rhames usando un motor de lancha como sierra. Lo único que después queda esperar es que la secuela tenga un nombre más llamativo, algo como Piraña 34 doble D, por eso de tantas chicas en bikinis dispuestas a quitarselos ante el más pequeño de los peces asesinos.
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