Plan B

Típica escena de diva: J.Lo va caminando cual desfile de modas, con peinado de salón, pestaña postiza, minifalda, botas de tacón de aguja y todo el numerito que seguro le salió en un millón de dólares. Nosotros pensamos que trabaja en algo sumamente glamoroso, pero Zoe, la protagonista, es simplemente una amante de los perros que promueve las adopciones vestida de Gucci; y que asiste a pláticas de César Millán con un atuendo que se vería extra formal en una boda de día.

Ya de entrada, eso le quita realismo a Plan B; pues nuestra pregunta básica es: ¿por qué una mujer así buscaría inseminación artificial? ¿No sería más fácil embarazarse de forma natural con todos los pretendientes que debe tener? Y efectivamente… el día de su inseminación conoce al galán de la película (O’Loughlin), una copia bizarra de Hugh Jackman; y él, lógico, la corteja de inmediato. Por supuesto es el tiernísimo granjero que tiene un lindísimo rancho, donde trabaja sudoroso sin camisa. Pero ¡oh, oh! Zoe ya está embarazada.

En realidad, la futura madre no tiene grandes problemas, más que qué se va a poner (ya no le queda la ropa) y encontrar un cojín para dormir; porque el novio es perfecto y acepta hacerse cargo del bebé que no es suyo. Así vemos la pasarela de J.Lo, que duerme con sombra plateada en los ojos y que cuida “bondadosamente” de un perro (uno de los mejores actores de la cinta), que de pronto usa andadera y de pronto tiene cuatro patas.

Plan B es principalmente un vehículo de lucimiento más para López; una comedia romántica olvidable, llena de clichés predecibles y contradicciones. Zoe se nota “preocupada por su estado” al hacer pesas y cardio en el gimnasio y usar tacones de aguja con plataforma kilométrica. Ante el juego amoroso con el galán, se golpea el coxis en una tabla de madera; en otra escena se cae sobre la panza dentro de un taxi, y prácticamente es golpeada tanto como en Nunca más o Anaconda, pero todo es fácil para ella y su bebé.

Por supuesto, el mensaje entre líneas es que ser madre soltera es algo para “losers”, pues la protagonista asiste a un grupo de “Madres solteras y orgullosas”, donde hay puras mujeres freaks, que la corren porque ella sí tiene galán. Sin embargo, el momento más hilarante de la cinta es cuando una de ellas está pariendo, igual que si fuera exorcizada.
Es una pena que el guión de Kate Angelo (Will and Grace, 2004), no ahondara más en los conflictos de una madre soltera por elección, lo que pudo haber generado excelentes gags; o explorar más el hecho de primero embarazarse y luego enamorarse como en Un impulsivo y loco amor. Plan B prefiere evitar la fatiga mental de explicar cuán difícil y cara es una inseminación, y no se sale del boy-meets-girl ya tan gastado que no logra identificación alguna.

–Doly Mallet

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Mary Carmen Albarrán Mary Carmen siempre ha sido una ñoña... incluso antes de que se considerara cool. Fue editora de Cine Premiere 5 años y posteriormente saltó a las compañías de tecnología pasando por Comunicación en Google, siendo el Tío Netflix en Netflix y ahora ayudando a los famosos a usar Instagram, Facebook y Threads en Meta.