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Cine

Señor Lazhar

10-07-2012, 1:32:12 PM Por:
Señor Lazhar

La película de Philippe Falardeau es un ejemplo de la buena salud que goza el cine canadiense: su exportación fílmica es escasa en números pero generosa en calidad.

Cine PREMIERE: 4.5
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Montréal, Canadá: la blanca calma del invierno es violentada por una muerte inesperada. Un niño preadolescente regresa a su salón de clases durante el recreo y encuentra a su maestra ahorcada, colgada de una viga. Apenas podemos ver el cuerpo de la suicida, y lo hacemos con el mismo desconcierto que el pequeño, cuya vida se medirá en un antes y después de este rito de iniciación. Partiendo de ese clímax temprano, el director Phillipe Falardeau (Congorama) teje una historia de sentimientos humanos al desnudo, en que la comunidad escolar tendrá que lidiar con esa muerte a la par que se adaptan a la llegada de un maestro suplente, Bachir Lazhar (Mohamed Fallag, espléndido), un refugiado argelino cuyo pasado también ha sido marcado por sucesos trágicos y repentinos.

En una historia que podría inclinarse por el pesimismo brutal, Falardeau jamás se va por el melodrama y más bien se inclina hacia un estilo realista. Los alumnos y sus padres, así como los colegas de la maestra suicida y Bachir Lazhar, lidian con la tragedia en silencio, incluso con humor, cuestionándose día con día tanto sus propias existencias como las razones que llevaron a la maestra a colgarse en su salón de clases. El tempo hace eco a la espléndida La habitación del hijo (2001) de Nanni Moretti, en donde el luto también se daba de manera pausada. El contexto cultural, sin embargo, me recuerda a la exquisita Un dulce porvenir (1997) de Atom Egoyan, en que el invierno canadiense es el escenario en que el director explora las maneras en que una sociedad por lo general pacífica, estable, se enfrenta con la más impensable de las tragedias (la muerte repentina de sus niños).

El director Philippe Falardeau lidia de manera sutil con el tema de la inmigración, tan manoseado por cineastas fatalistas (pensemos en Biutiful de González Iñárritu). Con destreza narrativa, hace referencia a varios procesos históricos para delinear la naturaleza del exilio y realizar un retrato certero sobre las sociedades multiculturales en los países desarrollados.

Señor Lazhar es un ejemplo de la buena salud que goza el cine canadiense: su exportación fílmica es escasa en números pero generosa en calidad.

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autor Es investigador del Programa de Culturas Digitales de la Universidad de Sydney. Es el editor fundador de cinepremiere.com.mx y escribe sobre cine, televisión y tecnología en diversos medios nacionales e internacionales.
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