Sexo, amor y otras perversiones

Lo perverso de esta película ?que de vez en cuando muestra escenas sexuales o indicios de situaciones amorosas?, es que al salir de la sala automáticamente padecerás de amnesia. Como si los créditos finales, invadidos por el apellido Sariñana, denotaran algún neurotransmisor para olvidar este conjunto de cortometrajes, donde las relaciones humanas son el tema en común… así como guiones predecibles y sin pasión.

La idea de construir una película a través de pequeños relatos, no es algo nuevo ?en México basta recordar la cinta original de esta secuela, así como Cero y van 4, o recientemente Revolución ?, ni tampoco es algo sencillo: se necesita de un buen trabajo de curaduría en tópicos, ambientes y guiones. Sin embargo, Sexo, amor y otras perversiones 2 parece un trabajo estudiantil donde el abuso de las disolvencias para reforzar la elipsis de los cortos, así como el uso innecesario de armas de fuego, provocan que en lugar de tener una baraja de historias amoroso-sexuales, el film sea un rompecabezas incongruente de géneros y actuaciones.

A lo largo de ocho episodios, conocemos la vida un puñado de personajes y las situaciones bizarras con las que tienen que lidiar. Vemos a un comandante de policía enamorado, mutilaciones viriles, el despertar sexual de unos adolescentes, el secuestro de Cupido, y hasta una tierna historia de amor entre dos adultos mayores ?este último corto es el mejor de todos, con una convincente actuación de Raúl “Flaco” Ibañez?. En algunos cortos las premisas son interesantes, pero se resuelven de forma burda y anticipas el desenlace (no existen los “giros de tuerca”, el principal atractivo y motor de este género cinematográfico). En otros, el humor es forzado, y se nota una falta de técnica en la dirección: las tramas tardan demasiado en arrancar o son opacadas por flashbacks que detienen la narrativa.

Es penoso que una premisa interesante y respaldada por Vicente Leñero, no sólo carezca de calidad, si no también de una personalidad definida. Estoy seguro que hay guiones mejor escritos en cada universidad de este país; pero como no cuentan con el respaldo económico del apellido Sariñana, se quedaran en proyectos de titulación… que de hecho, es el mejor adjetivo que se le puede dar a Sexo, amor y otras perversiones 2: un proyecto universitario fallido. 

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Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.