Tinker Bell y el tesoro perdido

Luego de conocer sus orígenes, Tinker Bell –antes Campanita– está de regreso para consolidarse entre las audiencias más jóvenes. Al igual que en la primera parte, la animación es sumamente básica (en Estados Unidos se fue directo a DVD) y aunque presenta secuencias aceptables, detalles como el cabello, las texturas o algunos fondos son evidentemente inferiores a los presentados en otras cintas hechas por computadora. Sin embargo, a diferencia de la primera parte que era totalmente introductoria, en esta ocasión podemos ver un hada con una personalidad más desarrollada, pero sobre todo, más parecida a la Campanita que todos conocimos en Peter Pan: alegre, pero con severos momentos de ira.

Asimismo, se agradecen los esfuerzos por incorporar situaciones que nos recuerden al clásico animado, mostrando un primer vistazo a la Isla de la Calavera y a las estrellas que llevan a Nunca Jamás, además de que por primera vez nos enteramos de la existencia de los piratas. Al final, es evidente que el filme no pretende convertirse en algo memorable, sino reforzar aún más la franquicia de Disney Fairies y extender la popularidad de uno de sus personajes más queridos. A pesar de esto, será interesante ver la continuación de la historia, esperando con ansias la aparición de Peter Pan, Garfio o cualquier otro habitante de Nunca Jamás.

–Luis Miguel Cruz

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Clara Itzel Hernández Valladares Clara Itzel es una comunicóloga junkie de los animales, TV, cine, libros, tatuajes, pop culture, té & café. La pueden seguir en instagram (@MissClaraItzel) y leer en ElMoodRandom.com