Transformers: El lado oscuro de la luna – Crítica

Primero, la buena: Transformers: el lado oscuro de la luna es mejor que Transformers: la venganza de los caídos, pero seamos sinceros, hasta La caída de Edgar supera a la segunda parte de esta trilogía.

Segundo, lo obvio: estamos ante una franquicia sobre unos robots gigantes del espacio exterior; si uno espera ver cine introspectivo estilo Aki Kaurismäki , la complejidad  en los personajes de Lars Von Trier o una cuidada fotografía de una película de Paul Thomas Anderson, ésta no es su película… a menos que quiera trollear en foros y despotricar con ella.

Por último, la mala: tantas promesas de Michael Bay, Shia LaBeouf y hasta James Cameron se pierden en la primera hora y media de la película, para al final entregarnos una impresionante secuencia de la toma y destrucción total del centro de Chicago.

Transformers: el lado oscuro de la luna tiene un sólido prólogo que nos mete de lleno en la historia… tan de lleno que después tarda horas en entregarnos lo que realmente buscamos en este tipo de cintas: peleas entre Autobots y Decepticons. Lo que sí es un hecho es que al menos hay una razón para la pelea (por más mínima que sea): los Decepticons buscan un aparato creado por Sentinel Prime que los ayudará a dominar la tierra de una vez por todas. Lo malo es que este pequeño párrafo se convierte en más de la mitad de la cinta.

Eso sí, las batallas y secuencias de acción valen cada centavo y se puede ver todo lo invertido en pantalla*, desde el más nuevo Ferrari 458 Italia hasta detener el centro de Chicago por varias horas para destruirlo por completo.

Se hablan maravillas del 3D, que si es el mejor desde Avatar, que si ahora sí vale la pena, etcétera. Sinceramente ,no soy un fanático de este formato, sin embargo la última –y larga- batalla final contiene muchos detalles en elementos y profundidad especialmente con los famosos Birdman filmados realmente sobre la ciudad con tan sólo 3 tomas en CGI.

Otro de los puntos que se habla en todas las críticas –y es un punto obligado– es el cambio de Megan Fox por Rosie Huntington-Whiteley. No podemos esperar el nivel actoral de Meryl Streep en una modelo que apenas es su primera película. La mujer se ve bien: aparece en pequeños vestidos entallados a sus poco más de 50 kilos, sin embargo conforme avanza la historia y sus diálogos con los autobots y decepticons, es notorio que se toma muy, pero muy en serio la idea de estar hablando con un robot y al final parece un chiste. Y sí, se llega a mencionar el personaje de Megan Fox dos veces.

¿Y qué pasa con los nuevos personajes? Patrick Dempsey y Frances McDormand tienen una razón de ser en la historia y cumplen, mientras que John Malkovich y Ken Jeong están ligeramente de más en la trama. Pero si por alguna razón necesitan rellenar sus palomitas, salir al baño o cualquier otra cosa, háganlo cuando aparezcan los papás de Sam Witwicky, ya que su participación es completa y absolutamente innecesaria. Es más, ¿por qué aparecen en la película?

Finalmente, en Transformers: el lado oscuro de la luna estamos ante una extraña mezcla de la primera y la segunda película en donde Michael Bay nos lleva por hora y media de historia rellena de paja, para al final entregarnos una última y brutal batalla de 60 minutos de duración que vale la pena el boleto. Es un digno desenlace para la trilogía que no llega a la altura de vuelo que logra Starscream en Transformers, pero que tampoco cae tan bajo como los testículos de Devastator en La venganza de los caídos.

*Cuando me refiero a inversión en pantalla, también hablo de Michael Bay como el hombre que sabe sacar provecho a tomas de anteriores películas. Para los que conozcan su filmografía, los reto a encontrar un cuadro de esta secuencia de La isla, repetido en El lado oscuro de la luna, obviamente modificado con la presencia de un robot.

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Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.