Tu última oportunidad

Una vez más el fortuito encuentro de soledades brindará la inesperada posibilidad amorosa.  Un frustrado y setentón músico de jazz divorciado, que se dedica profesionalmente a componer jingles para anuncios televisivos (el tal Harvey del título original), viaja a Londres para asistir a la boda de su hija. En esa ciudad Kate –una mujer madura– trabaja haciendo encuestas en el aeropuerto, donde sus compañeras laborales tratan por todos los medios de alentar su vida social y romántica, mientras su solitaria madre consume su tiempo y atención.

De manera casi simultánea, ambos sufren golpes emotivos. Harvey no sólo se entera de que se ha quedado sin trabajo, sino de que no será él quien entregue a su hija en la ceremonia nupcial, ya que ella ha preferido a su padrastro. Kate, después de haber sido convencida de asistir a una cita a ciegas, es prácticamente ignorada por el pretendiente.

Todo esto podría parecer material de un convencional melodrama fílmico, pero venturosamente no lo es. La clave quizás haya sido la correcta elección de los actores protagónicos –Dustin Hoffman y Emma Thompson, impecables ambos– que con el guión y dirección de Joel Hopkins nos brindan una de las más gratas sorpresas en lo que va del año. Un filme sensible, conmovedor –y no tan predecible como podríamos suponer– sobre las oportunidades que se nos presentan en la vida a cualquier edad.

El filme estuvo, sin embargo, cerca de convertirse en una obra mayor de no ser por la tentación de su realizador de caer en algunas innecesarias muletillas audiovisuales, como aquella secuencia en una tienda en la que Kate se prueba diferentes y hasta ridículos vestidos.

Pese a ello, la fuerza de la interacción de los personajes principales –que no nos cansaremos de destacar– es lo suficientemente elocuente para pasar por alto uno que otro incómodo detalle y disfrutar sin culpas la melcocha cinematográfica.

– Carlos Del Río
 

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Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.