Una gran esperanza
Una película que te hará salir del cine con una sonrisa.
Las películas sobre animales pueden ser difíciles de analizar, especialmente si las criaturas están en algún tipo de peligro físico. Y es que por alguna razón, los humanos (o por lo menos la mayoría de los que he conocido), parecemos tener una especie de conexión particular con el reino animal… una que nos hace sentirnos mal de ver a uno medianamente lastimado y no sentir algo similar, por ejemplo, cuando vemos a un humano explotar en pedacitos en la pantalla. Si no lo creen, cuenten nada más cuantos posts hay en su Facebook sobre animales rescatados y cuántos sobre donar a África.
Por lo mismo, los realizadores de una cinta como ésta, que sigue la historia verdadera de un grupo de personas que tienen que rescatar a unas ballenas que quedaron encerradas luego de que la salida a mar abierto se congelara, tienen que tener mucho cuidado. Después de todo, ese balance entre el sentimentalismo manipulador y la construcción de una historia coherente que se sostenga por sí misma no se va a dar solo.
En ese sentido, Ken Kwapis, quien es más conocido como director de sitcoms como The Office, Parks and Recreation y Malcolm in the Middle, además de la película A él no le gustas tanto, hace una excelente labor de contrarrestar la sensiblería con chispazos ligeros de comedia que le dan un tono muy disfrutable a la cinta entera. Esto no significa que no tenga sus momentos cursis: los tiene y de a montones. Aun así, nunca realmente se vuelven un impedimento verdaderamente insoportable y, si uno sabe a qué se está metiendo, existe una gran posibilidad de salir del cine con una sonrisa en el rostro.
Ve el trailer de Una gran esperanza.
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