Glee: The Spanish Teacher

La buena noticia es que Glee no ha empeorado, la mala es que sigue sin levantarse de lleno. “The Spanish Teacher” es el ejemplo perfecto para demostrar esta situación, no es un episodio malo, pero tampoco es bueno. Después de mucha especulación, la exsúper estrella del pop, Ricky Martin, llega a McKinley a unirse a los invitados especiales como Neil Patrick Harris o Kristen Chenoweth y el resultado es bueno, a secas.

Con ejemplos estereotípicos como zarapes, sombreros, tacos y una terrible rendición de “La cucaracha” esta semana comienza con la revelación –que ya todos sabíamos, claro– de que Will Schuester no sabe nada de español y que sus conocimientos sobre nuestra cultura son nulos. Esto desemboca en que deberá tomar clases remediales en la escuela nocturna que son impartidas por David Martínez, que no sólo habla sabe hablar español, si no que canta y baila a la perfección y es bastante carismático. Todo esto parte de que la escuela tiene una posición fija abierta y todos los maestros la quieren.

Por otro lado, continua la alargadísima trama del matrimonio inminente de Finn y Rachel y sus decisiones futuras; las vicisitudes de la relación de Will y Emma; y la trama romántica que nada más no termina de cuajar de Sam y Mercedes.

Es notorio que Glee está intentando por todos los medios de no regresar a ser un serial sin historia alguna, como hicieran el año pasado. Y eso es algo positivo, sólo que las tramas están siendo alargadas sin necesidad de serlo. En el lado del guión, fue positivo ver el conflicto del egoísmo de Schuester al ver que su prometida está logrando más que él, pero los demás personajes siguen arrastrando tramas que no parecen llegar a ningún lado, por lo menos a nada interesante. Ya lo he dicho antes y no me canso de repetirlo, ¿dónde está Sue? Los escritores siguen sin saber qué hacer con ella… cuando menos en este episodio sí la vimos, a diferencia de “Michael” donde pasó sin siquiera ser mencionada. Queda claro que Naya Rivera es la favorita de Ryan Murphy en esta temporada, ya que no sólo canta todo el tiempo –algo positivo pues tiene mucho talento–, pero ahora se le dio mucha importancia a su personaje, fuera de su trama lésbica.

Dejando de lado lo insultante que puede ser la forma en que los estadounidense ven nuestra cultura –recordemos que es una áspera sátira– el episodio resultó entretenido. Musicalmente no es el mejor momento, pues ver a los actores intentar cantar en español fue terrible, pero hay que suponer que esa era la idea. Cabe resaltar que el número de “A Little Less Conversation” resultó incluso doloroso para quien escribe y los demás números resultaron sin pena ni gloria. Cada vez es más frecuente que el pretexto de las canciones sea casi nulo y sólo obtengamos un número donde, o cantan en el salón de ensayos o en el escenario sin la “magia” del género musical que muchas veces les hemos visto. Y, tristemente, esto los hace números repetitivos que se pierden en la enormidad de canciones a través de la serie.

Fue grato ver que Ricky Martin aún tiene bastante gracia y el final del episodio nos promete que lo volveremos a ver (ojalá con un fin más interesante). Al final, “The Spanish Teacher” no tuvo ninguna repercusión con la historia general de la temporada, pues nunca ha sido relevante si Will da clases de español, química o macramé, entonces todo pudo haber sucedido en cualquier punto de la temporada, haciendo a éste un episodio casi unitario. Nada avanzó ni retrocedió, por cierto: ¿notaron que Quinn no tuvo ni una línea? Pero bueno, tuvo momentos entretenidos y eso nunca está mal. Esperemos que volvamos pronto a la trama central y que resulte atractivo para todos. Y a ustedes gleeks, ¿qué les pareció este episodio?

–Manolo García

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Staff Cine PREMIERE Este texto fue ideado, creado y desarrollado al mismo tiempo por un equipo de expertos trabajando en armonía. Todos juntos. Una letra cada uno.