Alice: Madness Returns
Lo jugamos, lo criticamos... ¡y te lo regalamos!
Distribuye: Electronic Arts
Plataformas: PlayStation 3, Xbox 360, PC
Jugadores: 1
¿Jugaron American McGee’s Alice? En 2001 se estrenó para PC y Mac, causando controversia por su visión oscura y violenta de la obra original de Lewis Carroll. Y no hablo de la versión pseudo oscura de Tim Burton, sino de escenarios tétricos, de un Sombrerero Loco homicida, de soldados-cartas de poker con aspecto de pesadilla y una Alice que no quisieras encontrarte en un callejón oscuro. Era un juego de acción en tercera persona con escenarios impresionantes para la época, brillante diseño de niveles (McGee creó los mejores niveles de Quake II y Quake III) y una historia sólida con estupendas voces y música.
Una década después nos encontramos con las consecuencias directas de la aventura anterior, ahora en plataformas de nueva generación, donde la experiencia de McGee y su equipo de desarrollo queda probada, aunque nos queda a deber en un par de elementos muy importantes.
En Madness Returns encontramos una Alice más crecidita (11 años después de la primera historia) y recién salida de una institución mental… aunque está muy lejos de estar sana. Alice debe alternar entre un lúgubre Londres y un colorido pero más maligno Wonderland, donde los personajes que conocimos desde la visión Disney no sólo están mejor matizados, sino que poseen desviaciones mentales que francamente causan más escalofríos por el terror psicilógico que proyectan que por las escenas gore del juego.
Aunque el sistema de juego es muy sólido y más funcional que en el juego original, es una pena que el diseño de los niveles de la sensación de que no es un mundo libre y abierto, moda iniciada por Grand Theft Auto y que debería ser común a estas alturas. Parece una ironía que American McGee haya diseñado los mejores niveles jamás hechos en un videojuego y haya tantas paredes invisibles que te impidan el paso en Madness Returns. Esto señores, es error garrafal en diseño de niveles.
Lo visual es genial en su mayor parte, aunque desgraciadamente ciertos escenarios tienen objetos y elementos muy inferiores en textura y diseño al resto del juego. Es raro. Como si hubieran apurado a los programadores para terminar en fecha… y eso no es algo común en Spicy Horse. No es fatal, pero sí se nota.
Genial, el poder usar la espada Vorpal (aquella que lee Alice en el Jabberwock de la novela). Y detalles similares cumplen lo que nos contó McGee en la entrevista de nuestro ejemplar de junio: aunque no sigue a la letra los eventos de las novelas, sí se inspiraron en la atmósfera y elementos de estas para hacer la experiencia más fiel al universo que Carroll concibió desde un principio. Los giros en la historia (¿es la Reina Roja realmente el mayor adversario?) y el buen uso de armas en el estilo de batalla cuerpo a cuerpo lo hacen una experiencia agradable. ¡Bien por McGee y su equipo!
Y terminamos esta crítica no sólo recomendando Alice: Madness Returns… ¡sino regalándotelo! ¿Quieres saber cómo?
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Julio Vélez Colaborador en web y revista Cine PREMIERE desde 2006. Me especializo en anime/manga, comics, doblaje, tecnología y videojuegos. Mis sagas favoritas: Doctor Who, Star Trek, Dragon Ball y Star Wars. Batimaníaco, geek ochentero y hardcore gamer.
