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Cine

Señor Chocolate – Tour de Cine Francés

13-09-2016, 7:12:36 PM Por:
Señor Chocolate – Tour de Cine Francés

Señor Chocolate es una entrañable y dolorosa historia de la vida real con una actuación extraordinaria de Omar Sy.

Cine PREMIERE: 4
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Omar Sy conmovió, emocionó e hizo reír a las audiencias del mundo con su papel de un joven rebelde y de clase baja que traba amistad con un adinerado parapléjico en Amigos (Intouchables), filme que, por cierto, fue un éxito de taquilla en Francia y el mundo y que incluso contará con su remake estadounidense protagonizado por Bryan Cranston y Kevin Hart. Cuatro años después realizó Sr. Chocolate (Chocolat), drama con el que anotó otro home run en cuanto ingresos se refiere en su país de origen. Recaudó un millón 920 mil 819 euros y estuvo 10 semanas en cartelera. 

En este drama de época (que ahora llega a México como parte del 20 Tour de Cine Francés), Sy encarna a Rafael Padilla, un personaje verídico y por medio del cual pisa por vez primera el terreno de la biopic. El actor se transforma al 100 por ciento en un exesclavo de ascendencia afrocubana que comienza sus andares en el mundo del «entretenimiento» en un circo de poca monta donde interpreta a un caníbal llamado Kananga. Ahí es irrespetuosamente presentado como el «eslabón perdido». El color de su piel es un estigma que alienta a los hombres blancos a sentirse en plena libertad de sobajarlo. 

Sin embargo, el campo francés pronto se transforma en el proscenio sobre el cual nace Chocolat, el primer hombre de color que se desempeña como payaso de circo y al lado de George Footit (James Therriée), su pareja cómica, eventualmente conquista París con su dinámica irreverente y disrruptiva. Nunca antes había existido un dúo compuesto por estas dos razas que se presentan como «dos caras de la misma moneda». Lamentablemente para el protagonista, lo que comienza como un logro pronto germina en otro tipo de esclavitud. Vive encadenado a un show circense y en cada número es humillado y golpeado para el deleite del «respetable» que no sabe de respeto.

Omar Sy es impecable al interpretar estos cambios en la vida del payaso para volverlo entrañable. Es audaz en su transición de la risa a la inconformidad, del drama al sufrimiento o a la confrontación de su injusta realidad. En una escena vemos a Rafael salir con una mujer y sus hijos, pero el paseo se torna en un apesadumbrado encuentro con otros hombres, mujeres y niños de color que son expuestos como animales de un zoológico ante la atónita mirada de los sorprendidos y blancos parisinos. Un joven se levanta, se acerca a Chocolat y en un lenguaje desconocido le reclama: ¿por qué tú estás de ese lado y yo de éste? El sentimiento de traición a su raza y su cultura es palpable. Ni el protagonista ni nosotros como audiencia necesitamos comprender el lenguaje para entender qué es lo que pasa, cuál es el subtexto de la escena ni cómo mella en el conflicto interno de Rafael Padilla. 

Perfectamente ambientada durante la Belle Époque y fotografiada de forma exquisita, Sr. Chocolate narra la historia de un payaso de circo con una agridulce historia personal. A través de la dirección de Roschdy Zem y la magnífica interpretación de Sy sentimos en carne propia lo que le ocurre al personaje. Experimentamos a su lado la satisfacción y el asombro de descubrir París por primera vez o nos indignamos por los concretos casos de discriminación derivada de la ignorancia (sobresale una escena en la que el protagonista es golpeado y torturado por al policía). En este devenir, Sy realiza todo tipo de gesticulaciones y movimientos corporales; demuestra una cómica flexibilidad en una encarnación de comedia desaforada que también camina hacia el drama y la seriedad.

Su interpretación y caracterización son tan perfectas que si uno se toma el tiempo de “googlear” a «Chocolat», seguramente se sentirá anonadado por el parecido que hay entre el histrión y el personaje al que prácticamente revive durante 195 minutos. Su película habla del alza y caída de una estrella como en Sunset Boulevard, aunque también hace recordar lo que le ocurrió a otra importante figura francesa, George Méllies, quien después de ser considerado el padre de los efectos especiales, murió prácticamente olvidado y tras haber visto fracasar su empresa productora. Pese a que la real premisa pueda sonar cliché, son todos los elementos anteriores lo que le dan fondo y sustancia a una historia que incluso se toma el tiempo de homenajear a los hermanos Lumière. Altamente recomendable. 

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autor No soy la Madre de los Dragones, pero sí de @Enlabutaca; desde ahí y en Cine PREMIERE estoy en contacto con las buenas historias. Melómana, seriéfila, cinéfila, profesora universitaria, y amante de las bellas artes. Algún día escribiré una novela de ciencia ficción. ¡Unagui!
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