Buscador
Ver el sitio sin publicidad Suscríbete a la revista
Cine

Si Dios quiere – Crítica

16-04-2017, 9:06:20 PM Por:
Si Dios quiere – Crítica

Una comedia de corte espiritual ágil y amena, pero cuyo mensaje es confuso y parcial respecto al papel de la Iglesia católica en la sociedad contemporánea.

Cine PREMIERE: 3
Usuarios: 2.5
Votar ahora:

En la película Todos dicen que te amo de Woody Allen, un padre de familia neoyorquina de clase alta y de postura política liberal sufre cuando ve que su hijo vocifera opiniones y comentarios como un republicano de cepa ultra derechista. ¿Por qué? Un médico llegó a la raíz del problema: una obstrucción en las conexiones neuronales estaba provocando que el muchacho fuera así, para el alivio de su padre. En la película italiana Si Dios quiere (Se Dio Vuole, 2015), el problema es similar, aunque no se trata de un padecimiento físico, sino de uno espiritual.

El prestigiado cardiólogo Tomasso (Marco Giallini) es exitoso y muy adinerado, pero frío y hostil, su esposa y su hija absortas en un abismo de complacencia burguesa en el momento en que su hijo Andrea (Enrico Oetiker) les hará una gran revelación: no, no es gay; el muchacho sólo quiere ser sacerdote.

La revelación del joven provoca una fuerte reacción de su padre, hombre de ciencia que considera la religión como una fuente de manipulación, engaños y fantasías, por lo que urde un plan para hacer que su hijo abandone tan descabelladas intenciones, engañando al carismático sacerdote Don Pietro (Alessandro Gassman) principal responsable de que su hijo haya tomado el camino del buen señor.

La decisión de Andrea va transformando poco a poco a su familia, haciendo que su padre se acerque a los peligros de la convicción religiosa, que su madre (Laura Morante) se cuestione el sentido de su vida convirtiéndose en una radical activista y que su hermana comience a ver películas como Jesús de Nazareth (1973) de Zeffirelli hasta finalmente inclinarse por lo trendy de las religiones asiáticas.

Si Dios quiere película

Sin embargo, la película Si Dios quiere, dirigida por Edoardo Maria Falcone, pone al centro la relación entre el médico y el sacerdote, como figuras arquetípicas en el contexto de una sociedad que, de acuerdo a los valores de la Iglesia católica, se vuelve cada vez más cínica, agnóstica y alejada de Dios. Tomasso finge ser un hombre agobiado con problemas para “desenmascarar” al sacerdote frente a su hijo, pero poco a poco termina conociendo que su nobleza es real y eso le permite transformar su vida.

La película es ágil en su planteamiento y desarrollo, pero cerca del acto final se satura de acciones y giros que se sienten precipitados, aunado a que el desarrollo de personajes es plano y monótono, lo único que les permite cambiar, y no radicalmente, es la irrupción de los valores católicos en sus vidas.  

El tono es ligero y ameno en el espíritu de las comedias europeas contemporáneas de choque cultural como la popular Dios mío, pero ¿qué hemos hecho? (2014), pero al igual que esta, su mensaje final no deja de sentirse chocante y postizo. El problema no está en plantear la necesidad de la tolerancia en el marco de una sociedad sino en hacerlo a través de una postura moralina que juzga con una sonrisa complaciente más que comprender y asumir responsabilidades del por que su institución ha perdido tal cantidad de feligreses.

Si Dios quiere película

¿Te interesa el mundo del emprendimiento?
Conoce Emprendedor.com el medio lider en contenido de Ideas de Negocio, Startups, Finanzas, Noticias para emprendedores, Franquicias, Marketing, Inspiración, síguenos y proyecta lo que eres.

autor Cofundador y crítico en la página web Butaca Ancha. Escribe de cine en medios como Tierra Adentro, Animal Político, Forbes y Algarabía. Considera que cada película, independientemente de donde venga y quien la haga, tiene algo importante que decir.
Comentarios