Sin miedo – Crítica

Sin miedo es el resultado de la lucha por parte de los familiares de los 45,000 guatemaltecos que desaparecieron durante los años de la Guerra Civil (1960-1996); es un documental que busca contribuir a la memoria histórica y esclarecer la versión turbia del gobierno de Guatemala.

La idea de filmar un documental que explicara la intervención del ejército guatemalteco en las desapariciones de algunos ciudadanos durante los años 70 y 80, nació desde 1999 cuando los familiares encontraron más de 6 mil documentos en un lugar abandonado, el cual fue utilizado como cárcel clandestina por la policía en aquella época.

Es por eso que una de las herramientas más valiosas y mejor utilizadas es la investigación documental. En la película no sólo se muestran los datos encontrados en el “Diario Militar”, sino que los familiares, de la mano de Zuliman, relacionaron la información recién revelada con los testimonios de los familiares de las víctimas y los datos oficiales.

Más allá de leer 6 mil documentos, la complejidad del trabajo que realizaron para poder llevar a cabo este documental, se debió al análisis de esa información. Entre los miles de papeles, había un documento que enlistaba los autos de la policía que necesitaban reparación en el taller mecánico y aunque aparentemente sería un documento inútil, hicieron una comparativa de placas que anotaron los testigos que vieron a víctimas secuestradas en lugares públicos con las placas de los autos de la lista. De esa manera, encontraron cientos de autos que coincidían con el número de la placa.

Además de ser una película con una gran investigación documental detrás, logra sensibilizar un acontecimiento que sucedió hace décadas. A la par de que los familiares cuentan el último día que vieron a sus parientes, un pintor dibuja lo narrado. Es así como logran generar un momento de empatía en el que se muestra, por medio de la pintura, el vacío que quedó del 25% de la población.

Otra característica que vuelve a este documental un recuerdo extraordinario, es el uso de la imagen para representar la información textual. Se supieron muchas rutas que recorrieron las víctimas hasta lo que sería su destino final. El punto de inicio sería el lugar de secuestro y el final, las fosas clandestinas. En la película se muestra lo que, probablemente, fue lo último que vieron esas personas antes de fallecer o el lugar que eligió la policía para interceptarlos.

Sin miedo, sin duda es el recuerdo que los familiares pidieron a gritos desde 2012 cuando mostraron los documentos a  la Corte Interamericana de Derechos Humanos, organización que solicitó un documental como apoyo a los parientes de las víctimas. Es un recuerdo que sensibiliza y esclarece una versión oficial incompleta.

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Susana Guzmán De la O Escribir y el cine son mis más grandes amores. Admiro a Tarkovski, pero lloro cada que veo Up.