Q&A Steven Spielberg y Mark Rylance, El buen amigo gigante

Steven Spielberg y Mark Rylance están
apenas en la segunda colaboración de la que promete ser una extraordinaria
nueva dupla clásica de director y actor. Luego de Mi buen amigo gigante y
Puente de espías al año pasado, ambos artistas ya cerraron el pacto para, por
lo menos, una cinta más: Ready Player One en un par de años. Nos sentamos con
ellos en Nueva York y comprobamos que la relación, además de amistad, está
cimbrada en un profundo respeto y admiración. 

Iván: Va sonar a cuento, pero cuando recibí la
llamada de que haría esta entrevista, yo estaba viendo E.T. Steven, ¿la has
vuelto a ver?

Steven: La última vez que la vi fue con
mis nietos hace como dos años.

Mark: ¿Es placentero para ti verla?

Steven: Nunca veo mis propias películas
sentado en una habitación solo. Eso sería horrible. Pero sí veo algunas con mis
nietos y me puedo dar una ligera idea de lo que sería verla como público.

Iván: ¿Qué tanto se mete la vida real
fuera del set a la realización de la película?

SS: Nada. No, no lo creo. Mientras estás
filmando tu vida y todo lo que sucede se vuelve irrelevante. La cinta me dice
lo que necesita y no quisiera yo irle a meter mi “ropa sucia”.

MR: Para mí sí hay eventos que afectan mi
estado emocional. Recuerdo haber hecho Hamlet cuando sucedió lo de Tianamen
Square y cuando volteé hacia el público, las luces se me figuraron como ese
tanque y pensé, ‘tal vez ese hombre sintió algo así’. Y eso puede afectar la
forma en la que digo el diálogo.

SS: A mí no me pasa eso. Yo no tengo esa
relación tan directa. Tengo que ser mucho más objetivo y luchar con todo lo que
tengo para mantener esa objetividad. Cuando pierdo eso –y sí sucede, todos la
perdemos–, ya no puedo ver bien la película y no puedo tomar una buena
decisión. Afortunadamente, ya he logrado llegar a un punto en el que no pierdo
esa objetividad hasta que ya está filmada toda la película. Pero sí es algo por
lo que lucho.

MR: ¿Puedo preguntar algo?

Iván: ¡Claro!

MR: Estoy muy interesado. Cuando dices
que tienes que luchar por tu objetividad… ¿Cuáles son las cosas que lastiman tu
objetividad?

SS: Ver la escena demasiadas veces. No
cuando estamos filmando, sino en la sala de edición. Me gusta verla, pero sólo
para asegurarme de que está funcionando y luego no vuelvo a verla durante mucho
tiempo. Si veo la escena una y otra y otra vez, la escena se convierte en un
tapiz.

Iván: ¿Te da ese sentimiento en el set?

SS: No. Nunca en el set.

MR: Yo recuerdo que me lo dijiste. Que
cuando están preparando alguna escena, tú te vas.

SS: Sí, me voy a otro lado. Así logro
refrescar mi objetividad.

MR: A mí me gusta que siempre llegabas
cansado y era porque te despertabas a las 2 o 3 de la mañana y te ponías a ver
películas clásicas.

Iván: ¿Cuál es la primer decisión que
tomas respecto a una película nueva?

SS: El final. Siempre empiezo con el
final. Cuando escribí Encuentros cercanos del tercer tipo, lo primero que
escribí fue el final. No tenía idea de lo que se trataría la película. Sólo quería
hacer una película sobre el hecho de que había grandes OVNIs y el gobierno lo
quería encubrir.

Iván: ¿Qué tanto cambian tus guiones desde
la primera vez que lo escribes, hasta el producto final?

SS: Varía mucho. En este caso, Roald Dahl
lo escribió en 1982 y le fuimos muy fieles al libro.

MR: La sensación que a mí me da el libro
es que Roald Dahl estaba muy emocionado con el idioma que inventó al principio
y en los primeros capítulos se nota mucho lo divertido que él estaba con ese
lenguaje y la historia no avanza mucho. Creo que le hicieron muchos cambios muy
buenos.

Iván: Mark, ¿cómo fue para ti el trabajo
con tecnología stop motion?

MR: No hay cámara, o más bien, hay
cientos de cámaras, pero todas son infrarrojas. No es un set tradicional. Yo
podría estar actuando algo con otro actor y Steven estaría aquí junto. Y ya
después él decidirá dónde irá la “cámara”. No me había dado cuenta de cuánto yo
amaba ese pequeño cuadro de la cámara y la concentración de toda la gente
alrededor. De alguna forma lo sentí como teatro experimental.

Iván: ¿Tú sabías dónde pondrías la cámara
o es algo que decidirías después?

SS: No, siempre supe dónde iría la cámara
porque ya había hecho la película entera un año antes. Pasamos todo el verano
haciendo la película animada. Fue algo muy rápido, muy crudo y muy barato. Creo
que costó como $800,000 dólares. No tuvimos diálogos ni nada.

MR: Ya no recordaba eso. Para nada. Y es
chistoso porque estando en el set, en realidad no te da la impresión de que él
ya lo tenga todo resuelto. Si me hubieras preguntado si yo creía que él sabía
dónde estaría la cámara, te hubiera dicho que no. Pero creo que esa preparación
es la que le permite ese nivel de espontaneidad.

SS: Hubieron varias ocasiones en las que
Mark hizo algo que me inspiró a hacer algo diferente… a encontrar alguna forma
nueva de colocar todo.

Iván: ¿Qué tan lejos estamos de, por
ejemplo, ver una biopic sobre Marilyn Monroe en la que sea una actriz actuando
en motion capture y en la pantalla veamos a Marilyn tal cuál?

SS: Eso es inevitable. Y no están tan
lejos. Es sólo cuestión de tiempo para que los herederos de las grandes
estrellas de los 20 y 30, tipo Rudolph Valentino, permitan que regresen. El
problema es que no tendrás a Rudolph Valentino, sino a un símil. Obtendrás a
alguien que se parece a Jimmy Stewart, pero será una versión hueca de él.

MR: Pero, por ejemplo en mi caso –y no
digo que yo sea tan famoso como ellos–, tú y WETA ya tienen una imagen
digitalizada de mí y me podrían recrear sin problema.

SS: Pues sin duda podrían recrear el más
increíble set de disfraces de Halloween.

Iván: ¿Tienes rituales específicos que
hagas para cada película?

SS: Depende de cada una. Si estoy
haciendo una aventura épica, veo películas de David Lean. Eso hice cuando
dirigí Empire of the Sun o Indiana Jones. Con Empire of the Sun fue interesante
porque originalmente David Lean la iba dirigir, pero me la pasó a mí. Dos
grandes directores me han cedido la dirección. David Lean me dio esa y Stanley
Kubrick me dio Inteligencia Artificial. He tenido mucha suerte.

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J. Ivan Morales Escritor, director de cine y director editorial en ésta, su amigable vecina publicación de cine, Cine PREMIERE. Nunca perderá la esperanza de una segunda temporada de Studio 60 on the Sunset Strip y Firefly.