Unstoppable o a veces uno sólo quiere una Big Mac

Existe la falsa impresión entre algunos de mis amigos que sólo me gusta el cine que se tiene a mal llamar "de arte". Creen que sólo disfruto ver películas de Von Trier y Lynch y Billy Wilder (por cierto, un producto de entretenimiento masivo como los más). Creen que si una película no requiere de subtítulos ni siquiera me tomaré la molestía de leer la reseña. Lo acepto, esa fama me la gané en mis años universitarios y en la prepa: pero creo que es algo con lo que se pueden identificar muchos cinéfilos adolescentes. Cuando comienzas a ver cine "diferente", pones la barra muy en alto y te entusiasman pocas cosas, o aceptas, falsamente, que te entusiasman pocas cosas, cuando en verdad disfrutas un blockbuster. Actualmente veo lo que me pongan en frente: a diferencia de algunos colegas que no menciono por recato y que son exquisitos religiosamente, creo que como crítico de cine o periodista de espectáculos tienes que ver todo. Si quieres tener una visión amplia de la industria es ilógico pensar que lo puedes lograr sin ver productos de entretenimiento masivo y tratarlos con el respeto que se merece. Yo lo equiparo a la comida: a veces se te antoja algo gourmet, pero en otras ocasiones lo único que deseas es una jugosa y predecible Big Mac. Y eso no tiene nada de malo. Este fin se semana quería devorar una Big Mac cinematográfica y elegí Unstoppable, la cinta dirigida por el pirotécnico Tony Scott y que se basa en un hecho de la vida real. Un tren cargado con químicos recorre las vías de Pennsylvania sin conductor, y está a punto de chocar con la ciudad de Stanton. Entonces, dos trabajadores ferroviarios que ni la debían ni la temían se ven en la posibilidad de ser los héroes. No hay mucho que decir mas que Scott nos queda a deber muchísimo: de entrada, ¿para qué especificar que es un hecho de la vida real desde el principio? ¿Si una ciudad entera hubiese desaparecido no creen que ya nos habríamos enterado? Denzel Washington y Chris Pine interpretan a este par de working class heroes de manera aburrida, como zombies, sólo cumpliendo de la manera más básica con las exigencias del papel.

Esta Big Mac resultó rancia. Y entonces me tuve que recetar una cena un poco más sofisticada, Hunger de Steve McQueen, pero de esa ya escribiré más tarde.

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César Albarrán Torres Es investigador del Programa de Culturas Digitales de la Universidad de Sydney. Es el editor fundador de cinepremiere.com.mx y escribe sobre cine, televisión y tecnología en diversos medios nacionales e internacionales.