Violencia a la danesa: Drive
Probablemente me equivoque, pero siempre he tenido la impresión de que los daneses son un pueblo muy feliz. De hecho, he leído más de una vez estudios que así lo corroboran y sinceramente no me parece para nada una insensatez: cada vez que abro alguna imagen sobre Dinamarca en el Internet no aparece otra cosa […]
Probablemente me equivoque, pero siempre he tenido la impresión de que los daneses son un pueblo muy feliz. De hecho, he leído más de una vez estudios que así lo corroboran y sinceramente no me parece para nada una insensatez: cada vez que abro alguna imagen sobre Dinamarca en el Internet no aparece otra cosa que planos de paisajes fantásticos o fotografías de niños muy rubitos y muy sonrientes.
Y a veces algún close-up de la cara Lars von Trier que en el banco de imágenes parece lenteja en un platón de arroz.
Y en ocasiones también algún lienzo con el retrato de Kierkegaard, acaso el primer danés al que el alcance de tanta felicidad le pareció razón suficiente para pelear en su contra aunque en ello se le fuera la existencia, y algún otro de Hans Christian Andersen, al que basta mirar una sola vez de soslayo para caer en cuenta de que El Patito Feo no es sino una autobiografía escrita para niños.
El que sí no aparece es Nicolas Windin Renf, director oriundo de Copenhague que deja en claro que Dinamarca, más allá de triste o melancólico, es un país en el que impera la violencia. Yo, y lo digo de corazón, me considero un fanático de la manera en que cuenta las historias y me parece por demás el autor danés más prometedor de su generación, pero en la misma medida me veo obligado a aceptar que la agresión impresa en varias de sus secuencias me ha rebasado más de una vez. Admito que Bronson –no he visto la serie de Pusher, tan alabada en el norte de Europa- fue una cinta que aguanté muy bien. Sin embargo, y pese a que me ufano de tener un estómago de acero, Valhalla rising sí fue una película que tuve que dejar de mirar en beneficio de mis entrañas. Habrán sido muy guerreros los antepasados de Renf y puede ser que chocasen cráneos repletos de vino en vez de copas, pero hay cosas con las que simplemente no puedo.
Pese al moderado desaire he de aceptar que su producción más reciente, de título Drive, es la película que más espero en la actualidad. Gracias a ella Renf recibió el premio a Mejor Director en el pasado Festival de Cannes y ello no es poca cosa. Hasta donde sé, la cinta se centra en un personaje solitario y anónimo que al ver el trailer me recordó inmediatamente al Travis Bickle de Taxi Driver. El papel es encarnado por Ryan Gosling, actor que respeto, y quien se verá acompañado por otro histrión que merece todas mis alabanzas: Bryan Cranston (Breaking Bad).
Aquí les dejo una probada con la que, sinceramente, uno nada más se queda picado:
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Clara Itzel Hernández Valladares Clara Itzel es una comunicóloga junkie de los animales, TV, cine, libros, tatuajes, pop culture, té & café. La pueden seguir en instagram (@MissClaraItzel) y leer en ElMoodRandom.com
