La era del rock

Es 1987. El Heavy metal es LA música, los rockeros son las encarnaciones de los excesos y el lugar correcto para estar en la Tierra es Sunset Strip de Los Ángeles.

Bajo esas promesas, Sherrie (Julianne Hough), una chica sureña, llega a la ciudad buscando ser cantante y en el camino se topa con Drew (Diego Boneta), un mesero con quien comparte el mismo sueño. Con esta trillada premisa parte La era del rock y sabemos bien que el punto central aquí es el cómo y no el qué. Dicho lo anterior, lo que más resalta en la producción es elenco de apoyo: Alec Baldwin, Russell Brand, Paul Giamatti, Catherine Zeta-Jones, Malin Akerman y Tom Cruise, todos que demuestran tener habilidad para el canto y baile. Apartado especial para Cruise, quien en el papel del rockstar, Stacee Jaxx, nuevamente logra llevarse la película como lo hizo con Les Grosman en Una guerra de película.

Sin embargo, al final todo es demeritado por diversas cuestiones, empezando por lo forzada que se siente cada una de las tramas, el modo en que se entrelazan y, sobre todo, cómo concluyen. Pero siendo un musical, lo importante deberían de ser los números, los cuales son muy dispares: mientras unos aprovechan las ventajas del mundo cinematográfico como el montaje, edición, vestuarios, escenografías y demás para adentrarnos a esta era salvaje, otros simplemente son en un mismo lugar.

El mayor desacierto son los arreglos de la música, puesto que están más cercanos a una canción pop que a un tema de metal. ¿Cómo se sentirán los creadores de los temas al escuchar estos “homenajes”? Es así que la película se pierde entre ser un tributo y un intento por atraer nueva generaciones y termina por quedarse corta en ambos aspectos.

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Antonio Ponce