Tinker Bell y el secreto de las hadas

Aunque Disney Fairies es una franquicia destinada al formato casero en Estados Unidos, las hadas se han consolidado entre el público gracias a su elevada dosis de fantasía, sus conmovedoras historias y sobre todo porque nos ha permitido explorar facetas desconocidas de Tinker Bell.

La lógica indicaba que el hada continuaría explorando el mundo de los humanos –recordemos que en Hadas al rescate tuvo una fuerte interacción con la pequeña Liz–, pero esta nueva cinta se olvida completamente de nuestro mundo para enfocarse en territorios inexplorados del mundo de las hadas. Es así como Tinker Bell decide ingresar en territorio invernal –prohibido para las hadas de tierra cálida– sólo para descubrir la existencia de un hada blanca con quien mantiene un fuerte lazo que cambiará sus mundos para siempre.

Al igual que sus predecesoras, El secreto de las hadas tiene un nivel técnico bastante modesto en comparación con otras animaciones contemporáneas de grandes estudios, el cual es evidente en elementos como el cabello y el ropaje de los personajes. A pesar de esto también debemos destacar que el filme también cuenta con una gran cantidad de logros para una cinta destinada al formato casero, comenzando por su buen uso del 3D. Esto se debe a que la cinta recurre adecuadamente al formato para adentrarnos en este fantástico mundo, cuya magia aumenta con el buen uso de la profundidad en numerosas secuencias. Asimismo la cinta cuenta con un interesante diseño para su mundo invernal, además del ya conocido mundo de las hadas de tierra cálida.

En cuanto a la historia se refiere, la cinta repite la fórmula utilizada en entregas anteriores, mostrando una simpática Tinker Bell decidida a romper las reglas para saciar su curiosidad, desatando una serie de problemas que serán resueltos gracias a la unión y solidaridad de todos. Aunque el resultado es un argumento sencillo, lo cierto es que su humor y sus agradables personajes dan como resultado una película que bien puede ser disfrutada por audiencias jóvenes y mayores.

De este modo, Tinker Bell y el secreto de las hadas dista mucho de convertirse en uno de los grandes clásicos de Disney, a pesar de ello, es una muy buena excusa para desconectarse y sacar por un rato al niño que llevamos dentro.

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Luis Miguel Cruz Algún día me uniré a los X-Men, la Alianza Rebelde o la Guardia de la Noche. Orgulloso integrante de Cine PREMIERE desde el 2008.