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Cine

Locos por los votos

18-10-2012, 11:44:19 AM Por:
Locos por los votos

Una comedia política protagonizada por Will Ferrell y Zach Galifianakis que está plagada de chistes que te harán retorcerte en tu asiento.

Cine PREMIERE: 3.5
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El distinguible estilo de farsa de Will Ferrell –logrado de manera icónica en clásicos como Anchorman (2004), Talladega Nights (2006) o Step Brothers (2008)– ha hecho de éste hombre un imán en taquilla. Sin embargo, su más reciente e insufrible rol en Casa de mi Padre (2012) hizo que varios de sus más fieles seguidores se preguntaran si había perdido el toque. Locos por los votos, una sátira sobre el proceso electoral norteamericano, demuestra todo lo contrario. 

La trama es la siguiente: cuando el 5 veces congresista Cam Brady (Ferrell) mete la pata públicamente previo a elecciones, un par de CEOs multimillonarios se ven en la necesidad de poner un candidato rival para asegurar su influencia sobre el distrito de Carolina del Norte. Su hombre es el ingenuo Marty Huggins (Zach Galifianakis), director del Centro de Turismo local. Por un momento, Marty parece ser la opción más improbable, sin embargo, con el “apoyo” de sus benefactores, un despiadado jefe de campaña y las conexiones políticas de su familia, pronto se convierte en un contendiente que da al carismático Cam mucho de que preocuparse.

Lo interesante, y quizás el factor clave, es que la película no fue dirigida por el colaborador habitual de Ferrell, Adam McKay, sino por Jay Roach, el autor de Austin Powers, quien recientemente dirigió los dramas políticos de HBO, Recount y la multipremiada Game Change. Pues, al igual que ambas películas para la televisión, todo gira en torno a cómo la política de Estados Unidos se ha convertido en una especie de infomercial prefabricado.                

Más interesante aún si uno contempla que, hoy en día, con la anárquica y predominante tendencia hacia la comedia infantil (encabezada por Adam Sandler), encontrarse comedias que rebasen dilemas triviales y acojan temas de relevancia social no es cosa de diario. Pero bien lo dijo Robert Mckee: “La mejor comedia nace del enojo”, y que mejor forma de darle voz al enardecido pueblo norteamericano (ahora que se lleva a cabo la contienda electoral), que retratar a sus tontos candidatos, ocultos bajo su cuidadosamente elaborada imagen, para demostrar –a partir de dicha superficialidad– que ante el consciente colectivo no son más que marionetas.

Sin duda una realidad no muy lejana a la nuestra… Durante una de las mejores escenas de la película, se lleva a cabo un debate donde Marty le pide a Cam (cuyo lema es “Freedom, liberty and Jesus”) que recite el Padre Nuestro para comprobar si es un hombre de verdaderos valores conservadores. ¿Sabe la oración de memoria? Por supuesto que no. Así que su jefe de campaña, Mitch (Jason Sudeikis), le hace señas para ayudarlo a descifrar las palabras, como si se tratara de un juego de adivinanzas. Hay quienes dirán que la escena se inspiró en la conferencia de prensa de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara cuando el presidente electo fue incapaz de nombrar 3 libros… ¿Quién sabe?

No obstante, haciendo a un lado la parafernalia política, Locos por los votos está plagada de chistes que te harán retorcerte en tu asiento. Basta mencionar que el personaje interpretado por Ferrell golpea accidentalmente a un bebé… en cámara lenta. Por otro lado, Galifianakis, cuyo limitado pero acertado rango que siempre oscila entre la ingenuidad, torpeza y feminidad, da vida a un excelente oponente. Al final, se trata de una película que te hará reír y al mismo tiempo te hará reflexionar.

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