«El mal atrae»: Eduard Fernández sobre 30 monedas, el nuevo terror de Alex de la Iglesia

El terror español tiene una larga tradición, dentro de la cual Álex de la Iglesia figura como uno de sus exponentes contemporáneos más destacados, en buena parte por su capacidad para trasladar toda clase de elementos ibéricos al terreno universal. Lo hizo en cine con El día de la bestia (1995), Las brujas de Zugarramurdi (2013) y El bar (2017), por nombrar algunas y ahora replica la fórmula en televisión con 30 monedas, que figura entre las apuestas más fuertes de HBO Max durante su lanzamiento en México.

La serie nos traslada a un pueblo remoto de la península ibérica que se ve alcanzado por una lucha ancestral en torno a las 30 monedas pagadas a Judas por la entrega de Jesús. Las esperanzas de salvación recaen en el padre Vergara, un sacerdote golpeado en su fe, pero que parece ser el único con respuestas a los crecientes misterios que aquejan a la comunidad y sus peculiares habitantes.

Cine PREMIERE habló en exclusiva con Eduard Fernández, protagonista de 30 monedas y quien encarna al singular Vergara.

¿En qué se diferencia 30 monedas de otros trabajos de Álex de la Iglesia?

Es su obra más madura y es la primera [vez] que puede desarrollar un tema tan largo. Creo que las plataformas, en este caso HBO, le ha servido a Álex para darle muchísima libertad. Sólo falta que le digas eso a Álex de la Iglesia, porque es un talento brutal, con una imaginación desbordante y una inteligencia que no sé si es superdotada. Y sabiendo mucho del oficio y de la técnica del lenguaje cinematográfico. Y creo que todo el dinero y la libertad y el tiempo que le han dado lo ha usado para contar la historia y para que eso esté en la pantalla.

Las ficciones que abordan temas de demonios o paganismo suelen hacerlo desde los extremos del terror o la fe, ¿en qué punto se encuentra 30 monedas?

En un punto medio creo yo. Las imágenes religiosas tienen algo que puede dar miedo y la religión católica con el bien y el mal, los ángeles y los demonios, algo dual. También la amenaza de los curas diciendo que te vas a ir al infierno daba mucho miedo. Por tanto, el miedo y lo oscuro ha estado impregnado siempre a la iglesia católica. Creo que está ahí en medio. Muy bien argumentado con las 30 monedas de Judas, con algo histórico, incluso con los distintos evangelios que existen y con esa posibilidad de que Jesucristo le pidiera a Judas que lo traicionase para poder resucitar. En ese sentido el miedo está muy bien argumentado y creo que otros valores de la series es mezclar el costumbrismo con el terror.

Hablando de dualidades, tu personaje Vergara parece deambular entre Karras de El exorcista y Jacob Fuller de Del crepúsculo al amanecer…

Era el reto. Lo primero era construir una imagen física en la que apoyarse. Estuve mucho tiempo trabajándola, me costó mucho pero lo hice y estoy muy contento de haberlo logrado. No solo la parte física con un entrenamiento bestial, con el musculo y luego la cabeza rapada y con la barba maravillosa. Creo que logramos una imagen un poco de un icono. Y luego tenías que ver en ese careto, tenías que ver su pasado, que realmente podía conocer las fuerzas del mal y podía luchar contra ellas. Creo que todo eso está en el personaje y a partir de ahí seguir el guion, la historia y con esa línea de fe. Es alguien que tiene fe, es alguien bueno creo yo, lo que pasa es que es muy golpeado por la vida y que está muy sujeto al suelo.

¿Por qué nos apasiona esta lucha sobrenatural entre el bien y el mal?

Porque ahí está el misterio de la vida y creo que es un abismo al que todos nos gusta asomarnos sacando más o menos la cabeza. El misterio atrae, el mal atrae… Interpreté a Mefistófeles hace muchos años en cine y el diablo tiene que ser una figura atractiva, si no, no es diablo. Creo que eso ha estado siempre y por eso es un subidón de adrenalina.

¿Crees que los mensajes originales de la serie cambiarán por haber estrenado tras la pandemia?

No sé. Vi en la serie gente que llevaba mascarilla y flipé. ¡Hostia, ahí nos pusimos mascarilla! Me pasa alguna vez viendo la tele o alguna película que dices “coño, ahí hay cinco juntos y no llevan mascarilla, no puede ser. Y se están besando”. Creo que aún falta un poco para que veamos cómo nos ha cambiado la vida la pandemia.

En los 70 hubo una gran ola de historias demoniacas, así como a finales del siglo XX, ¿podemos decir que estamos es una tercera?

Puede ser y puede ser que la pandemia remita a eso. A mirar un poco más encerrados en casa, igual haciendo cierto trabajo de introspección y a partir de eso puede haber algo místico o religioso o que sea fácil de vender y trabajar en todos los sentidos. Ya sea una película más abiertamente mística como las películas de género que tengan que ver con lo religioso, la oscuridad o la luz.

Las historias de terror suelen relacionarse con el mes de octubre, ¿qué valor agregado le da que su estreno original en España fuera durante las navidades?

No lo sé. Aquí en España hace frío y estamos todos dentro de casa, termina el año y todo mundo rememora un poco qué ha hecho y qué no, y el 2020 rememoramos empezar en casa encerrados y terminarlo encerrados y vigilando todo. Es un poco un cambio de mentalidad, un cambio social que podemos compartir todos. Ha muerto gente, no ves a la familia, es algo que da un poco de miedo también, ver el cambio que está viniendo y es como un acto de fe. En la vida todo es un acto de fe. Un acto de fe también es esperar las vacunas funcionen, que nos las pongamos y que todo vaya bien.

El terror español ha sobresalido en todo el mundo, ¿qué lo hace tan español y tan universal al mismo tiempo?

Creo que es tan universal precisamente porque es concreto y es tan español porque acerca el terror a lo cotidiano. Entonces en un pueblo donde uno mira a otro, donde está el tonto del pueblo, las mujeres beatas, donde está el cura, el maestro, la veterinaria, el alcalde… pues ahí de repente pasa que hay una vaca que pare un niño y a partir de ahí van pasando cosas… Yo creo que eso es lo que da más miedo: el pensar que algo puede estar ocurriendo a tu lado.

El terror español ha triunfado en cines, ¿pero por qué tardó tanto en llegar a las series?

Competir con Hollywood es imposible pero las plataformas han ayudado. Son muy valientes y muy listas en alentar y dar capacidad a los creativos. Hay una cosa que hacen las plataformas que es darle mucho ahínco al guion y eso es lo que a veces faltaba, que el guion fuera muy sólido para poder crear. En ese sentido las plataformas dan mucha libertad para que el creador haga realmente lo que quiera. Eso es un grandísimo avance.

El terreno de las series no sólo es cada vez más competido, sino que está plagado de productos de rápido consumo y desecho. ¿Qué tiene 30 monedas para sobresalir y mantenerse en el imaginario de la audiencia?

Creo que cuando termina un capitulo tienes ganas de ver cómo sigue; tiene una línea de guion que es interesante en sí misma y quieres ver qué más pasa, de dónde viene y qué ocurre; provoca una expectativa. Por otro lado, le ocurre algo muy evidente para que tengas ganas de seguirla viendo: que es buena. Así de simple.

¿A qué atribuyes el éxito mundial de las series españolas contemporáneas?

No lo sé. Es curioso porque es un país pequeño. Uno tienda a saber de España y creer que [las series] tienen más tirón en el mundo que el que quizás tienen. Pero hay unas cuantas, el éxito de La casa de papel sin duda alguna, y es que hay mucho oficio, grandes creadores, mucha pasión y mucha imaginación. No lo sé, pero es realmente curioso el fenómeno.

¿Qué asignatura pendiente tienen las series españolas?

Una serie cómica buena. Creo que tenemos esa asignatura en España, hacer un tipo de humor. No el clásico que hacíamos siempre con los personajes más extremos, [sino] una sitcom. Una serie de comedia me gustaría mucho hacer. Es muy difícil hacer comedia, pero me gustaría mucho hacer una de éstas.

Trabajaste con Alejandro González Iñárritu en Biutiful, ¿te gustaría trabajar con algún otro director mexicano?

Me gustaría trabajar con cualquiera de los tres mosqueteros digamos y con cualquiera que sea bueno. Si en España decimos que hay gente de talento, en México no hablemos. Creo que hay un talento bestial. Alejandro es muy rápido mentalmente, es muy exigente en cuanto a los medios y al actor, y disfruté mucho y me fue muy fácil actuar con él. Me entendí muy bien y me gustaría trabajar con mexicanos y en México me encantaría.

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Luis Miguel Cruz Algún día me uniré a los X-Men, la Alianza Rebelde o la Guardia de la Noche. Orgulloso integrante de Cine PREMIERE desde el 2008.