La niña

En los últimos años, ha habido una temática que hemos visto hasta en la sopa: la migración ilegal. Este tema ha sido abordado desde una infinidad de perspectivas. En Oveja negra (2009), por ejemplo, vemos todo el proceso de planeación y recaudación de fondos para cruzar; en ¿Quién es Dayani Cristal? (2013) somos sumergidos en un documental que nos hace abordar el problema como lo que somos: observadores externos. La niña (The Girl) nos ofrece un ojo distinto y poco explorado: el del “coyote”.

La cinta nos presenta a Ashley (Abbie Cornish), una mujer estadounidense que, tras perder la custodia de su hijo, debe conseguir dinero para comprar una casa para así poner su vida en orden y recuperar al pequeño. Para esto toma una medida extrema: transportar a la gente para pasar la frontera. No contaba con que las cosas le saldrían muy mal: en una operación fallida, deja indefensa a Rosa, (Maritza Santiago) una niña oaxaqueña, a quien intentará reunir con su familia.

De entrada, hay que mencionar el enorme trabajo previo que implicó este proyecto. El guionista y director David Riker (La Ciudad), acompañado por Marina Stavenhagen (De la calle), recorrió las rutas migratorias varias veces para entender la problemática. Para el papel de Rosa, la decisión fue elegir de entre más de 500 niñas indígenas, en lugar de buscar actrices. El proceso fue difícil, ya que los padres se sentían inseguros, pero después de un año de búsqueda, por fin consiguieron a Maritza Santiago. En cuanto a Abbie Cornish, la creación del personaje implicó el reto de aprender español durante 6 meses. Afortunadamente, todos esos esfuerzos valieron la pena. 

Algo que hace especial a La niña es el punto de vista desde el que se nos introduce al problema. Ya no vemos solamente desde los ojos del mexicano, sino que somos introducidos y guiados por una mujer americana, lo que nos hace observar desde una perspectiva distinta. La sensibilidad de Riker hace que lo que se vende como una película de migrantes se convierta en toda una exploración del instinto materno –¿por qué tendría Ashley que hacerse cargo de Rosa si ni siquiera la conoce y no parecen llevarse tan bien?–, pero sobre todo, representa todo un giro a la lucha por cruzar la frontera. A lo largo del filme, podemos darnos cuenta de que, a pesar de que muchos ven a Estados Unidos como la solución a sus problemas, los del norte también encuentran en México la esperanza de una nueva vida.

¿Quieres ser un emprendedor o emprendedora?
Conoce Emprendedor.com el mejor contenido de Ideas de Negocio, Startups, Franquicias, e Inspiración, síguenos y proyecta lo que eres.

Fernanda López Cinéfila, melómana y amante de la moda. Ama a Gus Van Sant, Woody Allen, las comedias baratas y las chick flicks, y se queda dormida en casi todas las películas de acción. Su placer culposo son las telenovelas japonesas.