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Humberto Busto muestra La teta de Botero en FICG 2014

25-03-2014, 7:54:31 PM Por:
Humberto Busto muestra La teta de Botero en FICG 2014

El actor y director Humberto Busto nos dio en exclusiva un preview de La teta de Botero, su nuevo cortometraje durante el FICG29.

Durante el Festival Internacional de Cine de Guadalajara 2014, nos encontramos a Humberto Busto (Niñas mal) en una faceta distina a la que estamos acostumbrados: nos presentó su 2o cortometraje como director. En La teta de Botero, Patricia Reyes Spíndola y Humberto nos presentan una historia de pérdida, enfermedad y transformación. Con un trabajo con tintes muy personales, los actores nos presentan a Quique, quien sufre de una hipocondria muy marcada. Sin embargo, su forma de ver la vida cambiará al descubrir que Sofía, una de sus clientas, tiene cáncer de mama. 

¿Cómo nació este proyecto?
Paty Reyes Spíndola puso dinero para un trabajo anterior que se llama Hasta la ciruela pasa, que dirigí hace dos años. Éste presentó el proceso de sanación del Alzheimer de mi abuela y de la pérdida de mi aubelo y de una amiga que entró en coma una semana y después murió de un derrame cerebral. El cine que me gusta tiene mucho que ver con procesos de vida porque me parece que la vida es absolutamente dramática. Como espectador me gusta ver algo que me toque, que me haga sentir menos solo en esta tragedia que significa vivir, con todo y lo divertido que es. Paty confió en mi en ese primer proyecto, igual que otras personas. Lo hice, y cuando finalmente lo vio me dijo: ‘Yo quiero seguir haciendo películas contigo’. Yo estaba escribiendo un proyecto, ya no sobre la estructura de la memoria, sino sobre la estructura del cuerpo. Me puse a investigar cómo se ha representado el cuerpo a lo largo de la historia del arte y vi unos protocolos sobre la investigación médica con medicamentos nuevos. Y luego conocí a un amigo que tenía una cantidad enorme de libros de salud y me di cuenta de que él rezaba salmos y tenía ciertos rituales de sanación. Empecé a acumular mucha información al respecto y luego Paty me dijo que quería volver a trabajar conmigo –obviamente yo sabía de su cáncer–, y yo le conté de mi proyecto y me gustó la idea de combinar las dos cosas. Decidí irme a San Agustín Etla, en Oaxaca, a una escuela que puso [Francisco] Toledo, en la que vas, te encierras y tomas un seminario de la dramaturga Ximena Escalante, quien últimamente está haciendo asesoría de guiones. Me fui, llevé el libro que Paty escribió sobre su cáncer, y trabajé el guión de La teta de Botero. Cuando regresé se lo enseñé a Paty y le encantó. Ella estaba remodelando su casa como parte de un proceso de sanación para quitarse su imagen de la enfermedad, y me gustó la idea de filmar ahí. Para trabajar busqué gente que se sensibilizara con el tema y se empezó a sumar mucha gente. Los chavos de Marbella Sound me dieron la canción que usé para filmar. Resulta que la hermana del integrante principal tenía cáncer de mama –desafortunadamente murió hace un mes, entonces el corto también está dedicado a ella y a las personas que no lograron sobrevivir.

El cáncer se ha abordado de muchas maneras. ¿De qué forma decidiste abordar el tema?
Decidimos que no queríamos hacer una historia cursi o melodramática, sino hablar de esta sensación tan horrible y machista donde, en serio, sin tetas no hay paraíso. Y al hablar con personas que lo han vivido, ví la cantidad de mujeres que fueron dejadas por el simple hecho de no tener una teta. Y vaya, me indignaba. Decidí hablar de alguien que ya superó eso y el proceso tan delgadito que puede existir al querer arriesgarse. También quise hablar de encuentros en los que no esperarías que te pase algo con la otra persona.

¿En quién te inspiraste para tu personaje?
En el momento en que Paty se quitó la blusa antes de filmar, me quedé en shock. En la vida real, yo sí tuve un problema genético y perdí los dientes. Entonces, cuando vi que ella tenía el valor de abrir su blusa, de desnudarse en todos los sentidos para hacer el proyecto, yo sentí que tenía que hacer lo mismo. Tampoco es mi historia pero también es mi pérdida. [Perder los dientes] me dolió mucho porque es algo que no te esperas que pase a temprana edad. Fue una pérdida muy simbólica porque los dientes significan una defensa. La capa de abajo de esta película es muy sincera, muy honesta, y la de arriba es una ficción. Ese tipo de cine me gusta mucho.

¿Qué tan difícil fue exponerte de esa manera?
La verdad, no mucho porque siempre he sido muy exhibicionista (se ríe). Me dedico a lo que me dedico porque es la única forma que tengo de conocerme a mí mismo y a través de eso poder contar historias. Cuando estoy frente a una cámara no pienso en mí como algo que tenga que resguardar, sino algo que tengo que compartir.

¿En qué otro proyecto estás trabajando?
Ahorita el nuevo proyecto que tengo es el de Juriquita, que es una superheroína de la menstruación. Me gustaría que fuera muy estilizado. Es absolutamente sexual y corrosivo. Es como un escupitajo sobre el poder femenino, de cómo es difícil romper lazos que te hacen daño, y de cómo las mujeres, cuando les llega la regla, pierden el control, y cosas que no querían hacer son justo las que acaban haciendo. Las mujeres viven algo que los hombres no podemos entender: pasan por todos los estados en muy poco tiempo. La idea llegó por una amiga que estaba en mi casa, cenando y me dijo: ‘Ojalá pudiera, cuando me baja, usar esa furia contra los políticos’, y me gustó en un inicio para web series. Ella será la actriz de Juriquita. Es el primer proyecto que escribo en conjunto. 

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autor Cinéfila, melómana y amante de la moda. Ama a Gus Van Sant, Woody Allen, las comedias baratas y las chick flicks, y se queda dormida en casi todas las películas de acción. Su placer culposo son las telenovelas japonesas.
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