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Cine

Los sabores del palacio

30-04-2014, 10:27:56 AM Por:
Los sabores del palacio

El guión anecdótico de Les saveurs du Palais no se compara con las emociones de otras producciones culinarias, pero es un deleite para la vista y el paladar.

Cine PREMIERE: 3
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«Es preciso redescubrir las cosas simples, verdaderas. Deme lo mejor de Francia». La instrucción proviene ni más ni menos que del presidente del país galo, François Mitterrand (Jean d’Ormesson) a Hortense Laborie (Catherine Frot), recién contratada para ser su cocinera personal en Los sabores del palacio (Les saveurs su palais).

Apenas arriba al hogar del mandatario es atosigada con una avalancha de instrucciones y sofocada por el rigor del protocolo. Hay horarios para todo y debe tener el menú listo con antelación para que sea revisado, autorizado e impreso. Hortense apenas entiende por qué está ahí o quién la recomendó pero de una cosa está segura: es la responsabilidad profesional más importante de su vida. 

Odia la pretensión de ser llamada «chef» y es la única mujer en la cocina del Palacio Eliseo, sus platillos si bien exquisitos y elegantes, guardan dentro de sí el sabor de la comida casera, esa que tanto anhela el mandatario. Pero alrededor son pocos los rostros amables que le tienden la mano y Hortense se enfrenta a un mundo donde compañeros misóginos llevan la sartén por el mango. 

Sutilmente, el director Christian Vincent prepara los condimentos que hacen a Los sabores del palacio dulce y amarga. Combina un presente en el que la protagonista ya no trabaja en el número 55 más famoso de todo París y cura sus heridas en una base científica en la Antártida. Estas escenas dan pie a la paulatina revelación de un pasado que se sugiere doloroso. Pero también ofrece un sneak peek a algunos de los momentos más relajados de un funcionario de primer nivel desde los ojos de su cocinera. 

Basada en una historia real apoyada en flashbacks y gracias a su estructura circular, es evidente el camino que la historia recorrerá, pero aun así se disfruta. Ya sea por la cándida interpretación de Frot, por el refinado humor francés o por la forma en que se plantea la cocina como un arte mediante los emplazamientos y movimientos de cámara. 

Bellamente filmada y con una musicalización elegante y pícara, Los sabores del palacio recuerda por qué la comida francesa es patrimonio de la humanidad. Sin embargo, también es cierto que su falta de conflicto da la impresión de un argumento monótono, plano o hasta anti-climático, en donde más allá de Hortense, la verdadera protagonista es la comida.

Su guión anecdótico no se compara con las emociones, complejidades o comedia de otras producciones culinarias como el homenaje que rindió Meryl Streep a Julia Child en Julie & Julia; la entrañable Ratatouille o la también francesa El chef (Comme un chef). Sin embargo, es un deleite para la vista y todo parece indicar que para el paladar también.

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autor No soy la Madre de los Dragones, pero sí de @Enlabutaca; desde ahí y en Cine PREMIERE estoy en contacto con las buenas historias. Melómana, seriéfila, cinéfila, profesora universitaria, y amante de las bellas artes. Algún día escribiré una novela de ciencia ficción. ¡Unagui!
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