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Cine

Mi gran oportunidad

22-07-2014, 4:54:11 PM Por:
Mi gran oportunidad

Aunque la película acerca del ascenso a la fama de Paul Potts se toma varias libertades creativas en su guión, sale dignamente airosa.

Cine PREMIERE: 3
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Películas optimistas acerca del triunfo ante la adversidad –cualquiera que este infortunio sea– sobran en los anales del cine. Sus historias se auto-glorifican aún más cuando le restriegan al espectador que están basadas en hechos reales, no importa cuán libremente estos sean adaptados. La mayoría de estas cintas, más que oportunas resultan oportunistas, donde el ineludible corolario siempre será: “y a pesar de todo, lo lograron.” 

Mi gran oportunidad (One Chance) no es la excepción. En ella el director David Frankel narra el ascenso a la fama de Paul Potts, un obeso trabajador británico, que desde niño tenía la ilusión de cantar ópera. Su sueño se concretaría a través del reality show llamado Britain’s Got Talent. Es justo uno de los jueces de ese programa, Simon Cowell, quien funge como productor del filme, además de los hermanos Bob y Harvey Weinstein, en esta coproducción entre el Reino Unido y los Estados Unidos.

En Mi gran oportunidad percibimos sin tapujos los ecos de exitosos filmes británicos como ¡Todo o nada!… El Full Monty (1997) y Billy Elliot (2000), por citar un par de referencias de las que pareciera haberse tomado el molde. Se trata de películas donde juegan papeles preponderantes las recesiones económicas, la falta de oportunidades de la clase trabajadora y los prejuicios ante aquel individuo que pretenda salirse del guacal.

Increíblemente, con todo y las fórmulas pre-establecidas, situaciones comunes y excesos de clichés, Mi gran oportunidad sale dignamente airosa. Y son varias las razones por las que lo logra. Frankel no sólo presenta una correcta manufactura, sino que sobre todo evitó la salida fácil del melodrama y –como en los casos citados– se centró en la comedia. Pero además encontró un estupendo reparto actoral, donde lo mismo destaca la pareja protagónica de James Corden y Alexandra Roach (La dama de hierro), que Julie Walters (Billy Elliot), Colm Meany (El inglés que subió una colina pero bajó una montaña) y Mackenzie Crook (Los piratas del Caribe), quien brinda un sensacional soporte cómico como el mejor amigo de Potts.

La película se muestra desenfadada desde el principio. Mientras un pequeño Paul corre tratando de escapar de otros niños que lo acosan, escuchamos la voz en off del protagonista adulto: “Desde que tengo memoria, siempre he querido cantar. Pero no todos amaban el sonido de mi voz, como mi mamá lo hacía. Me molestaban y hacían burla. Era un drama interminable de canto y violencia. Parecido a la ópera… La ópera de mi vida.”

No importan pues las “libertades creativas” del guión, donde pareciera que Potts es hijo único, que su padre era obrero metalúrgico y que sus incursiones operísticas fueron escasas previas al concurso televisivo. En realidad, el verdadero Potts tiene 3 hermanos, su padre era conductor de autobús y ya había participado en varias producciones amateurs de ópera, antes de brincar a escenarios más amplios.

¿Placer culpable? Muy probablemente. Si ustedes, como yo, desconocían la historia de Potts y disfrutan la película, seguramente buscarán en Internet al verdadero personaje. Y se sumarán a los cientos de millones que le han puesto play a sus videos en YouTube.

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autor Cinéfilo incorregible. Coleccionista de juguetes de películas. Fundador y conductor de @CinemaNET. Colaborador en Efekto Noticias y Filmmen. Escribe en Cine PREMIERE desde el 2002.
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