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Cine

Corazones de hierro

30-12-2014, 11:17:12 AM Por:
Corazones de hierro

Fury de David Ayer incluye tanto momentos de gran tensión como de ligera manipulación. Protagonizan Brad Pitt, Shia LaBeouf y Logan Lerman.

Cine PREMIERE: 4
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Se han hecho incontables películas del género bélico, en especial en torno a las Guerras Mundiales pero poco se ha explorado el rol de los instrumentos, armas, bayonetas y demás en el conflicto. En 2009, la excepcional Líbano (Lebanon) permitió ver las muertes, la psicosis y el dolor desde la mirilla de un tanque, todo ocurría bajo confinamiento forzoso. Corazones de hierro (Fury) toma el mismo vehículo como pretexto para hablar de las relaciones de hermandad, la ética, la fe y los dilemas morales que exudan de la violencia física, psicológica –necesaria y salvadora– y que alcanzan su clímax con el asesinato del otro. 

Al igual que en la ópera prima israelí de Samuel Maoz, la película escrita y dirigida por David Ayer, hábil artífice de suspenso y tensión, toma como centro a un novato que debe manipular el tanque Fury. Aquí el rol es de Logan Lerman, quien en cada proyecto mejora como actor. Comienza como un chico de 16 años de fe inquebrantable, un pacifista que se topa con un duro mentor, el Wardaddy de Brad Pitt. Éste le enseña la más cruda lección de todas: o se mata o se sobrevive, porque en la guerra no hay lugar para los ideales. Pitt y los suyos –Shia LaBeouf, Michael Peña y Jon Bernthal, todos metidos en sus contrastantes y estereotipados papeles– terminan envueltos en una misión suicida. Son David enfrentando al Goliat alemán.

La cinta sobre este pequeño pelotón estadounidense y sus hazañas en abril de 1945 es relativamente larga –de más de 2 horas– pero el tiempo es imperceptible por la manera en que el director compagina a estos hombres con la audiencia. Hay momentos de gran tensión y otros de ligera manipulación, pero las desgarradoras escenas sirven para cuestionar al espectador y ponerlo en los zapatos del militar. De ahí que el hecho de que Ayer no desarrolle a los personajes pase a segundo término. No es necesario conocerlos para comprenderlos y sentirlos.  

Su filme llega a ser claustrofóbico por el manejo del espacio –sobresalen las escenas al interior del tanque–, pero también porque en la guerra, la libertad es un lujo inexistente. Corazones de hierro lo plasma de modo realista, sangriento y con elaboradas secuencias de acción, bastante emocionantes, por cierto. Ayer se apoya en caóticos efectos de sonido para vestir su historia, pero al mismo tiempo da rienda suelta a los silencios y las miradas para enardecer la atmósfera.   

Sin embargo, el desenlace peca de dramático y épico. Afortunadamente para el director, la inteligente forma en que nos mantiene envestidos en la trama y sus soldados hace que se olviden los tintes propagandistas y se perdonen los heroísmos exagerados. Ya para entonces nos tiene comiendo de su mano.

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autor No soy la Madre de los Dragones, pero sí de @Enlabutaca; desde ahí y en Cine PREMIERE estoy en contacto con las buenas historias. Melómana, seriéfila, cinéfila, profesora universitaria, y amante de las bellas artes. Algún día escribiré una novela de ciencia ficción. ¡Unagui!
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