Ilusiones S.A.

Parece que Roberto Girault aprendió las lecciones de sus películas anteriores. Tras El estudiante (2009) y Ella y el candidato (2011), el director presenta su tercer largometraje y lo hace de manera convincente. 

Ilusiones S.A., cuenta la historia de una empresa creadora de fantasías que decide apoyar al Sr. Balboa, un noble abuelo que, a través de cartas ficticias, ha mantenido la ilusión de su esposa de que su nieto (quien hace ya más de 20 años se fue de la casa), es un hombre de bien, aun cuando en realidad se ha convertido en un malhechor. Los ilusionistas Mauricio e Isabel, se harán pasar por el nieto y su esposa y convivirán una semana con “sus abuelos”. Toda la farsa se complica cuando el equipo se entera de que el verdadero nieto no murió, como creían. Ahora el engaño que el abuelo ha construido para mantener la ilusión de la abuela podría desmoronarse. 

Basada en la obra teatral Los árboles mueren de pie del dramaturgo español Alejandro Casona, Ilusiones S.A. presenta una historia sólida y bien desarrollada que destaca por su excelente trabajo en fotografía y diseño de producción (¡aplausos a su equipo de scouting!) así como por (casi todo) su ensamble actoral.

Cada miembro de su elenco entrega un gran trabajo, incluso Jaime Camil quien, por primera vez, se sale un poco de ese eterno personaje que le hemos visto desde hace muchos años en cine y televisión. Sin embargo, es debido al personaje antagónico que la película presenta una falla importante rumbo a su desenlace. Al momento de aparecer, se desencadena el conflicto principal de la historia. Sin embargo, por la poco convincente actuación del español Sacha Marcus y la rápida solución que se le da para cerrar la historia, la emoción del clímax decae un poco. Además, esta rápida conclusión deja la sensación de que se pudo aprovechar más al elenco secundario (donde destaca la participación de Marina de Tavira).

A pesar de ello, Ilusiones S.A. es una excelente película que no sólo sobresale por su altísimo nivel de producción, sino que gracias al ensamble de actores que participan y la historia que presentan, me atrevo a decir que es una de las mejores películas mexicanas del año.

Un dato: aunque el argumento de la película recuerda mucho a la serie de televisión Los Simuladores, el trabajo de Casona fue publicado en 1949 y sirvió de inspiración para que Damián Szifrón (Relatos Salvajes) creara esta serie argentina en 2002, de la que se hicieron varios remakes, incluida la versión mexicana de 2008.

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Arturo Magaña Arce Apasionado de ver, escribir, leer, investigar y hablar sobre cine en todas sus formas. Soy fan de Star Wars, me sé de memoria todos los capítulos de Friends y si me preguntan de cine mexicano, no hay quien me calle. Editor en Cine PREMIERE.