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Brian Yuzna nos dio lecciones para hacer cine

02-10-2015, 6:03:43 PM Por:
Brian Yuzna nos dio lecciones para hacer cine

Durante más de 30 años, el filipino Brian Yuzna ha destacado como uno de los realizadores más prominentes del cine independiente de terror. Su cine, plagado de ironías y mundo extraños, se ha colocado como uno de los favoritos de los aficionados, tanto por su crítica a las clases, como en Society, y sus adaptaciones de […]

Durante más de 30 años, el filipino Brian Yuzna ha destacado como uno de los realizadores más prominentes del cine independiente de terror. Su cine, plagado de ironías y mundo extraños, se ha colocado como uno de los favoritos de los aficionados, tanto por su crítica a las clases, como en Society, y sus adaptaciones de la obra de H.P. Lovecraft. Yuzna se ha caracterizado por ser un hombre polifacético: así como un año puede estar adaptando el Necronomicón,  igualmente podría estar escribiendo Querida, encogí a los niños, o produciendo un título sobre una invasión zombie planeada por los alemanes tras haber perdido en un Mundial ficticio. 

Con estos antecedentes, no podíamos dejar pasar la oportunidad de tomar una master class con él, en el marco de Feratum. Estas son las cinco lecciones principales que aprendimos:

1. El problema no es realizar cine, sino financiarlo.

“Hoy en día se puede hacer una película fácilmente con un iPhone. Tenemos todos los remedios: el software para montaje, el 4K, el After Effects. Pero, yo creo que lo más complicado siempre es ganar la vida haciendo cine”, comentó el realizador. “Hacer una película, todos podemos. Venderla es otra cosa. Hay que saber financiar y recuperar la inversión. Hoy es más difícil que en los años ochenta, porque hay mucha competencia, internet y descargas gratis. Es muy difícil vender una película de terror de aquellos tiempos en la tele de cable, porque las cintas de esta época son superiores en calidad”. 

 

2. Tu mejor amigo es aquél que paga.

“Sólo ha habido una película en la que he podido hacer todo lo que he querido, y eso fue porque yo la pagué. El que paga, manda. Y el que paga es tu mejor amigo, no tu enemigo. Hay un malentendido, principalmente con los estudiantes de cine, que es que hay creativos y que los demás son obstáculos. Sí, puede ser que el productor no entienda, pero el actor puede no entender tampoco. El productor tiene que mandar. Ganaste la lotería cuando trabajas con un productor que no quiere asumir el protagonismo del director. Todo el mundo quiere dirigir”. 

 

3. La evolución en la realización.

“Puedes ver claramente un estilo narrativo en el cine de los años 70 y 80. Si vemos esas películas, de Dario Argento, por ejemplo, ahora parecen muy artísticas, y no se meten tanto en las estructuras rígidas de ahora”, comentó. “Hoy en día la cámara ve todo. El movimiento dice algo. Antes las cámaras eran más pesadas, tenías que pensar en no gastar tanto filme, el director no podía ver sus tomas. Sólo el fotógrafo podía ver el objetivo y él era el único que podía decir si había salido bien o mal. Una de las cosas que hemos perdido hoy es que la iluminación ya no comunica nada. Antes cada luz comunicaba una actitud, un punto de vista”. 

 

4. A veces es necesario fantasear un poco.

“En los argumentos de antes había cine más fantástico. Hoy todo tiene que ser real. Veo las películas de los últimos años y sólo veo un realismo de tortura impresionante, pero prefiero Masacre en Texas. Me anima más. Si han visto Society verán que es una tontería. Es satírica, irónica. Es una forma de ver el mundo, es una visión, y a mí eso me gusta más. El mundo es muy depresivo y para mí el género es como un parque de atracciones. Puedes ir muy rápido pero el peligro realmente no está ahí”. 

 

5. No le exijas a un actor algo que no sabe hacer. 

“Cuando apenas iniciaba, Stuart Gordon [Re-Animator] me regaló el famoso libro Un actor se prepara [de Constantin Stanislavski]. Pero con el tiempo descubrí que no siento tan seguro dirigiendo actores como con las cosas visuales”, admitió el realizador. “Creo que el problema con los actores es que los directores siempre tenemos una idea de lo que queremos y siempre nos encontramos con obstáculos, y nunca tenemos lo que queríamos porque no sabemos cómo trabajar con lo que tenemos”. Por ejemplo: “Si escoges a tu amigo para un cortometraje, para hacer a un CEO o a un abogado, y él tiene 20 años y viene de la universidad, mejor le das el papel de un estudiante, porque al menos él puede interpretar su propia identidad. No le des a un actor un papel que no es capaz de interpretar”. A esto agregó: “Hay que dejar a los actores hacer lo que hacen, porque no te pueden dar otra cosa. Y a veces es difícil porque ‘yo quiero que lo hagan como yo lo veo’. Si ves las películas de Kubrick, quien podía llegar a hacer 60 tomas, todos los personajes hablaban igual, porque él quería dominarlo todo. Debes dejar que los actores hagan su trabajo, y si no te dan lo que quieres, cámbialos”. 

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autor Cinéfila, melómana y amante de la moda. Ama a Gus Van Sant, Woody Allen, las comedias baratas y las chick flicks, y se queda dormida en casi todas las películas de acción. Su placer culposo son las telenovelas japonesas.
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