Pacto criminal

No es la primera ocasión en que Johnny Depp se convierte en amo y señor del crimen en una biopic. En 2009 interpretó al asaltante de bancos John Dillinger, quien puso a Chicago en predicamentos en los años 30 en Enemigos públicos (Michael Mann). Ahora vuelve a echar mano de sus dotes camaleónicas a tal punto que su figura se traspapela con la de James “Whitey” Bulger. Jimmy, a secas, si no se le quiere hacer enojar.

Su transformación en Pacto criminal (Black Mass) es tan asombrosa que incluso antes de que la película llegara a la salas se dieron a conocer testimonios de personas que conocieron al verdadero Jimmy y no daban crédito ante el parecido de la estrella hollywoodense y el que fuera un criminal irlandés de poca monta, eventualmente kingpin del sur de Boston. Sobra decir que tenían razón. 

Mediante una narrativa un poco caótica, que a veces se basa en los testimonios de los hombres que entregaron a Jimmy a las autoridades y en otras los olvida por completo, el director Scott Cooper (Corazón rebelde) narra cómo se armó el extenso caso para perseguir a “Whitey” Bulger, pero antes desvela su ascenso al éxito con el beneplácito del FBI. 

Cooper se toma su tiempo para mostrar a Jimmy como el maleante psicópata, el tierno padre, el exigente hombre o hasta el cariñoso hijo y hermano. Lo deja ver como líder y en sus breves momentos de vulnerabilidad, pero lo que hace interesante a la cinta es la manera en que Bulger y los suyos ejecutan sus planes de acción y el rol de cada uno de los jugadores para desempeñar el maquiavélico procedimiento. 

Jimmy se deja ver como un jugador de póquer, pero de la vida. Líder de la banda Winter Will, está convencido de que puede hacer lo que quiera siempre y cuando no haya testigos. Con la intervención del agente John Connolly (Joel Edgerton), viejo conocido de la infancia, se convierte en informante del FBI y de esa forma Jimmy acaba con sus rivales para convertirse en amo absoluto delincuencial en los años 80. 

Pacto criminal es sin lugar a dudas la película de Johnny Depp auspiciada por Joel Edgerton y en la que también figuran nombres del calibre de Benedict Cumberbatch (Billy Bulger, el hermano de “Whitey”), la estrella en ascenso Jesse Plemons y una Dakota Johnson que apenas si tiene presencia en los 122 minutos de metraje, pero luce contundente especialmente en una escena dramática.

Aun así, quien se roba el show es Depp. Se muestra espeluznante, despiadado y, por encima de todo, irreconocible. Puede recitar líneas con una frialdad absoluta y en un segundo pasar a la carcajada plena (ojo a la escena del secreto de familia) o incluso de la ternura y comprensión al asesinato a sangre fría. No ofrece medias tintas y bien podría ser candidato al Oscar en la próxima temporada de premios. 

Sin embargo, pese al impecable y envolvente trabajo del elenco en esta historia de conspiraciones, el filme cuenta con algunos huecos en su afán de abordar numerosos temas, algunos de los cuales quedan como meros apuntes sin esperanza de profundidad y eso mismo termina por afectar su ritmo. Pacto criminal cae en algunos baches sobre todo cuando se encamina hacia el final, pero no deja de ser una enigmático drama.

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Mabel Salinas No soy la Madre de los Dragones, pero sí de @Enlabutaca; desde ahí y en Cine PREMIERE estoy en contacto con las buenas historias. Melómana, seriéfila, cinéfila, profesora universitaria, y amante de las bellas artes. Algún día escribiré una novela de ciencia ficción. ¡Unagui!