Operación ultra

En 2009 los todavía poco conocidos
Jesse Eisenberg y Kristen Stewart protagonizaron la comedia
Adventureland, en donde a manera de coming of age sus
personajes descubren las bondades y retos del mundo real a través de
un trabajo en un parque de diversiones. Ahora regresan en lo que
parecería ser la versión ácida de la película antes mencionada.

Aquí
interpretan a Mike y Phoebe, una joven pareja a punto de tomar unas
vacaciones en Hawaii pero debido al miedo de él a tomar un avión,
terminan por cancelar el viaje, y es aquí cuando comienzan los
problemas y misterios.

Operación
Ultra, dirigida por Nima Nourizadeh (Proyecto X),  juega entre la acción y comedia, bajo el estilo que vimos el
año pasado con Kingsman El servicio secreto, en donde un joven ajeno
a las responsabilidades del adulto de pronto se ve enfrentado a una
organización que lo quiere muerto. La diferencia aquí es que dicho
joven es un amante de la marihuana que prefiere pasarse todo el día
en el viaje mientras atiende su pequeña tienda de abarrotes. 

Con un
guión de Max Landis, aquel autor de la bien recibida Chronicle, pero
quien hace unos días hiciera que mucha gente en internet lo odiara
por hacer pública su crítica hacia Star Wars El despertar de la
Fuerza, la historia de American Ultra se toma muy en serio, esto
quiere decir que estamos ante unas amenazas muy serias pero que les
hace falta una dinámica con la comedia, aquí únicamente estamos
coqueteando con la idea, nunca lo vemos plasmado como tal.

Eisenberg
y Stewart logran unos creíbles papeles pero nunca llegan a despegar
debido a que olvidamos rápidamente su desarrollo con tal de servir
un par de secuencias de acción. Mientras que el resto del cast
simplemente está ahí para cumplir con las líneas que por momentos
son graciosas pero la mayoría de las veces quedan a deber.

La
película resulta más familiar a lo que podría ser un Jason Bourne
en drogas, donde el espía debe recordar sus orígenes mientras los
efectos de la marihuana terminan de salir de su cuerpo, todo esto
entre luces neón y sangre al por mayor. Pero quizá uno de sus
mayores problemas es que nunca sentimos que exista una amenaza para
nuestro protagonista porque la edición arruina el suspenso al
plantear toda la trama a manera de flashback.

En 1992, Corey Haim protagonizó una película directa a video llamada The Double O Kid, en donde es un chico que se ve envuelto en una red de espías que lo quieren muerto. Tanto Operación Ultra como la cinta de Corey Haim o Kingsman El servicio secreto juegan con esta idea del chavito enfrentado a un mundo de espías y asesinos pero siempre sin perder aquello que hace la falta de responsabilidad tan divertida, sin embargo la película de Nima Nourizadeh y Max Landis nunca encuentra una personalidad, pues a veces es el humor de novela gráfica sangrienta cuando otras ocasiones es la seriedad de un agente secreto.  

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Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.