Mortadelo y Filemón

Después de más de 50 años de existencia, el título más representativo de las historietas españolas ha sobrevivido a toda clase de adaptaciones, desde cortos y series animadas, hasta películas en live-action e incluso un musical, así que su llegada al campo de la animación en CGI era inevitable. Sin embargo, lo que nadie esperaba es que resultara ser una de las interpretaciones más fieles a la obra original, y no sólo eso, sino que además resultara una película capaz de llamar la atención de las nuevas generaciones y el público extranjero.

La clave está en que los responsables –guiados por la notable habilidad para comprender y trasladar códigos, del director Javier Fesser–, no intentaron ser “genios”, sacando el concepto de contexto o concentrándose demasiado en contar los orígenes de los personajes, como lamentablemente ha pasado con otras producciones (léase Los Pitufos y Garfield). La premisa es simple: el atolondrado Mortadelo y el iracundo Filemón son una pareja de pésimos detectives a quienes suelen asignarles las misiones más peligrosas. En esta ocasión, tienen que enfrentar a un tal Jimmy “El Locuaz”, quien se ha apoderado de un muy importante documento, ademas de que otro peligroso criminal anda suelto. No hacen falta más presentaciones, los ingredientes están dados y las posibilidades de la animación se ponen al servicio de la aventura y no al revés.

Se trata de una comedia slapstick –es decir, la violencia es extrema y no hay consecuencias reales–, disparatada y socarrona, en donde las carcajadas van de la mano de las acciones estridentes, con los protagonistas sumergidos a una buena cantidad de malos entendidos y sometidos a toda clase de percances, persecuciones, caídas, explosiones y mucho, pero mucho más. No hay mayor trasfondo o discurso crítico y no lo necesita. Sólo es humor irreverente con referencias a los clásicos del cine de espías –con James Bond incluido–, vía la conjunción de una expresiva, dinámica y muy colorida propuesta visual que deambula por el estilo cartoon, con pequeños detalles de fondo, que aluden a las tiras cómicas más tradicionales.

Quizás esto último sea lo que le juega un tanto en contra, sobre todo a la hora de llegar al mercado internacional que no está familiarizado con la idiosincracia propia de la obra creada en 1958 por Francisco Ibañez. Aunado a que por momentos la narrativa parece algo confusa, debido a tantos giros en la trama, además de algunos pequeños toques de humor subido de tono que salen sobrando. Igual es una lastima la cuestión del doblaje, del que contrario a lo que suele suceder al respecto en nuestro país, esta vez hay muy poco que destacar, apenas cumple y es todo. Pero aún así, se trata de una producción divertida y trepidante que disfrutarán tanto el público juvenil como el adulto. En resumen, podemos decir que Mortadelo y Filemón contra Jimmy “El Locuaz” -como dijeran los españoles- ¡Sí mola! 

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Jesús Chavarría Critico de cine y cómics. Critico en Cine con Kristoff de Telehit. Fue editor de Stageone México. Colaboró con Playboy, Chilango y la edición mexicana de Archie. Hoy escribe para La Razón y Mórbido Magazine. Conduce el programa de radio y Tv, Rocket.