Star Trek

JJ Abrams lo logra de nuevo. Y es que tomar el puente de mando de una de las más queridas franquicias de la historia es, en sí misma, una arriesgada maniobra. Lograr además hacer atractivo el filme para las nuevas generaciones sin descuidar a una nutrida, entusiasta y particularmente docta base de fans a nivel mundial, todo un reto.

La onceava película de Viaje a las estrellas llega en el formato de precuela, deslindándose –en el mejor de los sentidos y en más de una forma– de los filmes anteriores. Star Trek trata principalmente sobre la primera misión de la legendaria astronave Enterprise y de la conformación de su tripulación. Plagado de acción, el filme se mueve a velocidad warp desde su arranque. A la vez se muestra fiel, de alguna manera, al formato de los episodios televisivos, intercalando con la ciencia-ficción un humor que es parte esencial de la experiencia trekker (o trekkie, como gusten ustedes) y que nos teletransporta a la serie original.

Destaca la correcta selección del casting para los roles principales, que si acaso habían sembrado alguna duda cuando se anunciaron originalmente, nos dejan un estupendo sabor de boca con sus interpretaciones: Chris Pine (Kirk), Karl Urban (McCoy), Zoe Saldana (Uhura), Simon Pegg (Scotty), John Cho (Sulu), Anton Yelchin (Chekov) y un sobresaliente Zachary Quinto (Spock). La presencia de Leonard Nimoy es, por supuesto, la cereza en el pastel.

Pero no todo es miel sobre hojuelas. Un importante aspecto de la tradición impuesta por Gene Roddenberry –creador de Star Trek– quedó descuidado. Si bien el futuro es retratado con los ideales humanitarios planteados por él, se extraña el espíritu crítico y combativo hacia las realidades sociopolíticas del momento que, disfrazadas de alegoría, permeaban en la serie durante los 60: la Guerra Fría, el racismo, la xenofobia, el feminismo o la Guerra de Vietnam, por citar algunos. Lejos de la utopía de Roddenberry, nuestro mundo contemporáneo es aquejado por demasiados problemas como para haberlos dejado de lado por completo.

Aún así, vistosa y optimista, estamos ante la mejor producción cinematográfica de la serie que iniciara en 1979 con Viaje a las estrellas, la película, por más que los puristas pudieran poner el grito en el cielo… O en el espacio, que es la frontera final.

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Charlie Del Río Cinéfilo incorregible. Coleccionista de juguetes de películas. Fundador y conductor de @CinemaNET. Colaborador en Efekto Noticias y Filmmen. Escribe en Cine PREMIERE desde el 2002.