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Cine

Inmortales

09-12-2011, 2:15:10 PM Por:
Inmortales

Una trama insulsa que no le ayuda ni su reparto.

Cine PREMIERE: 1.5
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Ya que estamos en esta época del año donde todo es felicidad, sonrisas, villancicos y nostalgia, vamos a empaparnos de este espíritu regresando a nuestra infancia con un pequeño juego de “Encuentra las diferencias”… en este caso entre Inmortales y Furia de Titanes

¿Listo?
Ya… comenzó.
Ya… ¡puedes decirlas!
¿Qué? Que son la misma película…

Pues no, pero ambas son insufribles y con una línea argumental tan, pero tan similar, que parece ser plantilla para una escuela de guionistas amateurs: en estas dos películas los hombres, titanes, dioses etc., se enfrentan en crueles batallas… hasta que otro hijo de Zeus (¿acaso el tipo no sabía lo qué era un preservativo o tenía un muy buen abogado que nunca pagaba pensión a sus críos?) salva al mundo.

¡Si, esto casi nunca lo habíamos visto! Qué aburrición.

Inmortales es una prueba más de que existen géneros que tienen su propio ciclo de vida, y se debe de respetar. Durante los años 60, estas cintas mitológicas vivieron su época de esplendor (de la mano de uno de los más grandes maestros de de los FX, Ray Harryhausen) que se difuminó casi 40 años. Entonces en 2000, Sir Ridley Scott resucitó a las arenas y las espadas con su Gladiador, que fue le padre putativo de Troya300 y la muy desafortunada y  comentada Furia de Titanes. Ahora Inmortales debe ser el último clavo del ataúd de esta corriente fílmica. Las ideas románticas y bélicas sobre la cultura helénica o los excesos glorificados de Roma, necesitan unas vacaciones. 

Aunque no deberían ser los únicos… también esta paupérrima costumbre de transformar cintas ya filmadas en 3D. Si la obra de Tarsem Singh ya contaba con fallas monumentales y ofensivas a hacia todos los seres vivos de este planeta -incluyendo a los que habitan en el Olimpo-, como un guión inverosímil; tomas que pretenden ser estéticas, pero que parecen de un videojuego de futbol americano; así como actuaciones donde la única regla es gemir e imitar a un toro en brama. Lo del 3D es la cereza sobre este pastel mal gusto.

Seamos sinceros, podríamos dejar a un lado estos elementos y fallas -al final de cuentas no estamos viendo Ben Hur– si el 3D, que a priori era el plato fuerte de la cinta, hubiera sido contemplado desde su nacimiento y no como un capricho monetario. Es triste que hayan trabajado tanto tiempo en la sala de edición y aún así hayan fracasado. Nunca se distingue este recurso visual: la fotografía es demasiado oscura para resaltar imágenes, aunque como era de esperarse, la sangre es lo único emocionante de la película. En algunas escenas, las arterias revientan directamente hacia el público… y este es el único halago sobre esta tecnología mal implementada.

Inmortales con sus coreografías, su trama insulsa y el adorno visual de Cavill, Pinto y Rourke, son el mejor pretexto para cerrar el año… un domingo donde no haya boletos para Tintin o Misión Imposible.

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