Adaptaciones oscuras de cuentos de hadas

La naturaleza fantástica de los cuentos de hadas ha generado la falsa idea de que fueron creados para el disfrute de los más pequeños. La realidad es muy distinta, pues la oscuridad de las historias originales deja claro que su verdadera intención es transmitir toda clase de lecciones morales a niños y adultos por igual.

Algunas películas han aprovechado la esencia de estas narrativas para adentrarnos en toda clase de mundos, desde bosques imaginarios hasta contextos contemporáneos, para presentar adaptaciones sumamente perturbadoras que van del thriller al terror. A continuación los cuentos de hadas más retorcidos del cine.

Nota: Esta lista no incluye historias originales, sólo películas cuyas tramas y/o personajes estén completamente inspirados en cuentos de hadas.

Rumpelstiltskin (Dir. Mark Jones, 1995)

Rumpelstiltskin es uno de los villanos más conocidos de los cuentos de hadas recopilados por los hermanos Grimm, famoso por sus capacidades mágicas, su naturaleza engañosa, su obsesión con los bebés y sobre todo por su enigmático nombre. Estos elementos fueron rescatados para una reinvención contemporánea que muestra la liberación accidental del duende en Los Ángeles y sus deseos por hacerse con el pequeño de la mujer que lo soltó. El objetivo principal del director y escritor Mark Jones era replicar el éxito de Leprechaun, realizada por él mismo apenas dos años antes. Su imitación de la fórmula quedó muy lejos de los resultados deseados, pero fue suficiente para establecer una buena base de aficionados que le dio un tibio estatus de culto.

Encuentro con el lobo (Dir. Matthew Bright, 1996)

No todas las adaptaciones de cuentos de hadas tienen tintes fantásticos. Tal es el caso de Encuentro con el lobo, que se inspira en la historia de Caperucita roja para introducirnos con una joven que escapa de su disfuncional familia para buscar el cobijo de su abuela, en un viaje que le hará encontrarse con algo peor que un animal salvaje: un asesino serial de adolescentes. Su originalidad, así como las buenas interpretaciones de su elenco encabezado por Reese Witherspoon y Kiefer Sutherland, le valieron buenos comentarios del público y la crítica, y abrieron el camino para una secuela en formato casero que tomó las bases de Hansel & Gretel, pero que fue incapaz de igualar la buena respuesta de su antecesora.

Big Bad Wolves (Dir. Aharon Keshales & Navot Papushado, 2013)

Los israelíes Aharon Keshales y Navot Papushado aprovecharon las bases de Caperucita roja para una reinvención contemporánea que inicia con una niña brutalmente torturada, asesinada y decapitada en el bosque, lo que detona una feroz búsqueda del culpable, así como de la cabeza faltante para poder completar los rituales fúnebres judíos. Los paralelismos narrativos son evidentes con el padre de la chica y el policía local emulando a dos cazadores en busca de la bestia, pero también son determinantes para una conversión simbólica en auténticos monstruos dispuestos a todo por concretar su venganza, lo que resulta en una fascinante exploración de la oscura naturaleza humana.

Blanca nieves en el bosque negro (Dir. Michael Cohn, 1997)

La adaptación de Walt Disney hizo que muchos se quedaran con los tintes fantásticos del cuento y se olvidaran de la oscuridad descrita en la versión de los hermanos Grimm. Aunque algunas películas han intentado rescatar la esencia original con historias más maduras, ninguna lo ha hecho con la osadía de Blanca Nieves en el bosque negro, que quita el estatus de víctima a la princesa para mostrarla como una joven cuyos celos, resentimientos y continuas muestras de desprecio desatan la locura de su madrastra. La cinta realizada para formato casero debe buena parte de su éxito a las actuaciones de Sam Neill y Sigourney Weaver, el primero como el padre de la damisela titular y la segunda como la mujer que recurre a la magia negra para castigar la actitud de su hijastra. El trabajo de esta última fue tan destacado que incluso fue reconocido con una nominación al Emmy, lo que aunado a su lúgubre caracterización resultó en una de las adaptaciones más tenebrosas del cuento.

The Lure (Dir. Agnieszka Smoczynska, 2015)

A diferencia de otros cuentos de hadas, La sirenita de Hans Christian Anderson no suele ser recordada por su brutalidad, sino por su trágico desenlace con el deceso de la criatura titular tras su conversión en espuma de mar. La polaca Agnieszka Smoczynska trasladó esta historia a los 80 para relatar el encuentro entre dos sirenas y una banda de rock que sacará provecho de sus prodigiosas voces, al menos hasta que una de ellas se enamora de un músico, lo que la obliga a decidir entre la amputación de su cola y la pérdida del habla, o una muerte segura. Una adaptación fascinante gracias a su combinación de temas originales, como el sufrimiento amoroso y la pérdida de la inocencia, con otros contemporáneos más como el rechazo a lo desconocido y la cosificación femenina.

Leprechaun (Dir. Mark Jones, 1993)

Quizá los leprechauns no protagonicen ningún cuento de hadas, pero su naturaleza fantástica les ha convertido en invitados recurrentes del folclor europeo, mientras que su relación con los tesoros ocultos hizo que algunos los visualizaran como seres ambiciosos, engañosos e incluso malévolos. Esta concepción sirvió de inspiración a Mark Jones para la creación de Leprechaun, con la criatura titular enfurecida y ansiosa por recuperar una vasija de oro que le fue robada hace años. Su mezcla de terror, gore y comedia fue aplaudida por el público y resultó en cinco secuelas, además de un reciente reboot. Su popularidad no se ha desvanecido con el tiempo, pues muchos la recuerdan como una de las películas más memorables de Warwick Davis y como la película debut de Jennifer Aniston, quien un año más tarde saltaría de lleno a la fama con Friends.

Gretel & Hansel (Dir. Oz Perkins, 2020)

Hansel y Gretel es uno de los cuentos más conocidos, así como uno de los más tenebrosos, sobre dos niños abandonados a su suerte en el bosque por sus propios padres y que son encontrados por una bruja que planea devorarlos. Oz Perkins, quien nunca ha negado su afición por el terror, aprovecha esta premisa para una de las fantasías más escalofriantes de los últimos tiempos, por lo que aprovechó las bases de la historia original, aunque con una ligera modificación: una Gretel varios años mayor que Hansel para la narración de un oscuro coming of age que aborda dilemas sobre los apegos familiares y la llegada a la madurez. Para ello, el cineasta recurrió a la presencia estelar de Sophia Lillis, uno de los rostros jóvenes más importantes del terror contemporáneo tras su participación en Eso (2017).

Niña mala (Dir. David Slade, 2005)

Mucho se ha especulado sobre si Hard Candy, también conocida en México como Niña mala, es una actualización de Caperucita roja con una joven que aprovecha su astucia para vengarse de un pedófilo y asesino, lo que suele ser visto como una violenta reversión simbólica de la chica y el lobo feroz. No menos curioso es el hecho que la fémina porte una sudadera roja con capucha en la que parece ser una clara actualización de la caperuza titular. Estas similitudes generaron toda clase de alabanzas del público y la crítica, aunque el guionista asegurara que nunca se inspiró –al menos no voluntariamente– en el famoso cuento de hadas y atribuyera los parecidos a una forma de “poesía accidental”.

Lobos, criaturas del diablo (Dir. Neil Jordan, 1984)

Neil Jordan aprovechó las bases de Caperucita Roja para una antología cargada de terror y sensualidad. La historia nos introduce con una joven que sueña con un bosque encantado y aquejado, no por el lobo descrito en las distintas versiones del cuento, sino por violentos licántropos. Una alteración que va más allá del miedo y la violencia, pues su verdadero objetivo es rescatar las viejas metáforas de la narrativa original para enfatizar la peligrosidad de un mundo plagado de lobos ocultos bajo máscaras de inocencia. No fue la única vez que aprovechó a los monstruos de leyenda de esta manera, pues diez años más tarde haría algo similar en su popular adaptación de Entrevista con el vampiro (1994).

Zapatillas rojas (Dir. Yong-gyun Kim, 2005)

El cuento de hadas de Las zapatillas rojas de Hans Christian Anderson ya es suficientemente perturbador por sí solo, con una joven tan obsesionada con su nuevo par de zapatos que es condenada a bailar con ellos hasta la muerte, una maldición que no puede esquivar ni con la amputación voluntaria de sus pies. La historia ha sido trasladada al cine y el ballet en numerosas ocasiones, pero ninguna tan perturbadora como la versión de Yong-gyun Kim, quien la convirtió en una historia contemporánea de fantasmas, odio y venganza sobre unos zapatos malditos cuyos portadores padecen terribles alucinaciones y sangrientas muertes que implican la mutilación de las extremidades inferiores, en una condena destinada a repetirse hasta que el calzado sea reunido con su atormentada dueña original.

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Luis Miguel Cruz Algún día me uniré a los X-Men, la Alianza Rebelde o la Guardia de la Noche. Orgulloso integrante de Cine PREMIERE desde el 2008.