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Cine

Amor de medianoche – Crítica

25-05-2018, 11:39:15 AM Por:
Amor de medianoche – Crítica

A pesar de todo el camp que ofrece la cinta, Amor de medianoche es uno de los dramas románticos juveniles más tiernos de los últimos años.

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Amor de medianochedel director Scott Speer (Step Up Revolution) podría ser descrita como la Un amor para recordar (2002) de esta generación (aquel drama juvenil por el que Mandy Moore es recordada y que fue una de las primeras adaptaciones de Nicholas Sparks que se convirtió en una cinta de culto para los fans de las películas de amor). De hecho, para quienes hayan visto esa película, Amor de medianoche podría parecer una copia; sin embargo, la cinta es la adaptación hollywoodense de una cinta japonesa de 2006 con el mismo nombre.

La trama de esta cinta se ha visto cientos de veces: una joven con una enfermedad poco conocida está enamorada del chico popular del lugar donde vive. Ellos se conocen de una forma muy poco realista y descubren, en unos segundos, que son el uno para el otro. Lo que sigue a esto son una serie de viñetas en las que vemos su relación florecer hasta que ocurre lo inevitable.

En los últimos años, este tipo de películas se ha vuelto muy popular entre el público juvenil. Bajo la misma estrella (2014); Si decido quedarme (2014) y Todo, todo (2017) son sólo algunos ejemplos de lo que Amor de medianoche combina en su hora y media de duración. El extra que ofrece es que la protagonista canta y escribe canciones y, por momentos, la cinta también incursiona en el género musical. Con todo lo anterior, ¿cómo logra un filme con tanto camp ser una buena historia de amor?

Amor de medianoche tiene varios aspectos a su favor y el más importante es la elección de Bella Thorne (MTV Scream) y Patrick Schwarzenegger (Dear Eleanor) en los papeles principales. Thorne dota de carisma a su personaje desde el primer minuto y, aunque nadie creería que ella sería la chica marginada en la vida real, la actriz se encarga de vender el papel de una forma entrañable. Por su parte, Schwarzenegger sorprende al demostrarse capaz de ser el protagonista masculino que tiene sentimientos; al igual que su papá –Arnold Schwarzenegger–, los dotes actorales de Patrick podrían no resultar muy amplios, pero el joven actor cumple con lo que la película necesita de él: un adolescente guapo pero accesible –y con un pasado trágico– del cual las audiencias puedan enamorarse.

Los actores tienen mucha química entre sí y eso ayudará al público a interesarse tanto por el desarrollo de la historia como por la relación de sus personajes. Las citas de Katie (Thorne) y Charlie (Schwarzenegger) son el tipo de vivencias que sabes que sólo pueden existir en una película, pero también son las secuencias en las que te descubres sonriendo y apoyando su romance a pesar de los diálogos sumamente empalagosos que utilizan para comunicarse.

En lo que respecta a los personajes secundarios, Rob Riggle (el molesto Gil Thorpe de Modern Family), mejor conocido por su trabajo en la comedia, interpreta al papá de Katie de una forma que se siente novedosa porque rompe con el cliché del adulto que se interpone en la relación de los jóvenes. No obstante, es Quinn Shephard (The Miseducation of Cameron Post), quien se roba las escenas cada vez que aparece en pantalla como la mejor amiga de Katie. Sus intervenciones ofrecen el comic-relief a una cinta que, a pesar del tema que trata y que podría perderse en el drama, prefiere –inteligentemente– enfocarse en el romance y en lo incómodo y seductor que puede resultar la experiencia del primer amor.

Por supuesto, hay algo que tomar en cuenta mientras se ve Amor de medianoche: la película no puede escapar de la idealización que Hollywood acostumbra hacer de ciertas enfermedades. Entre más rara la enfermedad, más manipuladora llega a ser la historia –aquí, Katie sufre algo que se conoce como Xerodermia pigmentosa– y aunque se agradecería una mejor representación de este tipo de padecimientos en cualquier medio audiovisual, es importante recordar que la cinta es una historia de amor juvenil sin mayores pretensiones.

A pesar de un tercer acto que parece tener varios finales en menos de cinco minutos y que lleva al límite lo meloso de la trama, Amor de medianoche es entretenida si se ve por lo que es. Gracias a su elenco y a la forma en que el director decide contar la relación entre los personajes principales, el resultado final es uno de los dramas románticos juveniles más tiernos de los últimos años.

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autor Soy fan de los slasher y me gustaría vivir en una película de terror. De grande quiero ser como Sidney Prescott. Algún día escribiré un best seller. Me gustan los libros, las series y obviamente, el cine.
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