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Cine

Animal vertical

05-04-2017, 2:50:54 PM Por:
Animal vertical

Esta tragicomedia surrealista tiene un personaje que enfrenta una complicación tras otra.

Cine PREMIERE: 3
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Animal vertical es una delirante tragedia surrealista sobre un guionista en crisis, no solamente creativa y existencial, sino en todos sentidos, que se intuye como fábula bucólica con tintes retorcidos en su absurdez argumental elaborada con economía de personajes y de locaciones. Una historia sobre la falta de compromiso, la irresponsabilidad, la paternidad no deseada pero también sobre la liberación, la crianza, la amistad, el amor, el deseo y la homosexualidad –y también sobre un futuro nada alentador–, hecha con humor corrosivo que va hilando aparentes incongruencias.

Después de El extraño en el lago (2013), el francés Alain Guiraudie entrega en su quinta película una historia sobre un creativo que ha perdido el rumbo y emprende un viaje de iniciación que, lejos de llevarlo hacia el conocimiento de sí mismo y los derroteros tradicionales de las cintas de maduración, le depara una confusión cada vez mayor y un destino desolador y apabullante que culmina con una escena llena de simbolismos y literalidades en medio de un amanecer en las montañas.

Léo (Damien Bonard) llega a la campiña francesa sin un rumbo fijo. Cuando va en la carretera, ve a Yoan (Basile Meilleurat), un joven que le parece atractivo pero quien no le hace caso. En su camino, encuentra a Marie (India Hair), una pastora armada con un rifle que cuida el nutrido rebaño de su padre, Jean-Louis (Raphaël Thiéry), de la amenaza de los lobos (la cual será leitmotif de la película) y con la cual comienza una relación. Ella es madre de dos niños y pronto (lo veremos en un close-up) de un bebé al que rechaza al punto de irse de la granja dejando a Léo a su cuidado, solo con Jean-Louis merodeando.

El bebé, catalizador del relato como simbólica esperanza pero también como mazazo de devastadora realidad, pasa llorando la mayor parte del tiempo, con un Léo buscando cómo satisfacer sus necesidades. Sin embargo, eso no impedirá que busque estar bien y recurra a una especie de sanadora a cuya consulta llega por bote (Laure Calamy) y quién lo conecta a un árbol, ni que continúe buscando a Yoan, quien lo ignora recurrentemente. Y cuando éste se ausenta, Léo comienza una relación de amistad con Marcel (Christian Bouillete), el viejo con el que vive Yoan y a quien le ha robado sus ahorros para irse a Australia.

Pero Léo enfrenta un destino azaroso a partir de que sale huyendo de la granja cuando Jean-Louis, el abuelo de su hijo, le propone una relación más cercana, cuando vuelve a huir una vez que había encontrado refugio con la doctora pero es hallado por su productor ansioso de un guión, cuando en la ciudad es robado por un grupo de mendigos y luego rescatado por su suegro y Yoan, cuando finalmente es dejado a ayudar a Marcel y lo asiste de un modo peculiar, cuando le quitan a su hijo y cuando lo vemos, ya como el indigente que siempre ha sido, en esa escena llena de simbolismos y literalidades en medio de un amanecer en las montañas.

Animal vertical es una película por momentos grotesca y devastadora, pero también divertida y sencilla. Una fábula retorcida predominantemente masculina.

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autor Nadie quiere acompañarlo al cine porque come palomitas hasta por los oídos e incluso remoja los dedos en el extraqueso de los nachos. Le emocionan las películas de Stallone y no puede guardar silencio en la sala a oscuras. Si alguien le dice algo, él simplemente replica: "stupid white man".
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