Acompáñennos en esta ocasión a revisitar el “jardín secreto de mamá” para rememorar con ternura las aventuras de una sonriente niña escocesa a quien vimos crecer y madurar por completo a través de nuestras pantallas. Nos referimos, por supuesto, a la entrañable serie ¡Hola! Sandy Bell.

A mediados de los años 70, el estudio Nippon Animation comenzó a producir una colección de animaciones inspiradas en clásicos de la literatura occidental, que llegarían a ser conocidas en conjunto como el World Masterpiece Theater. Estas producciones tuvieron un gran éxito a nivel local y en otras latitudes del mundo, iniciando una revolución narrativa que se extendió al resto de la industria de la animación japonesa.

En este contexto nace ¡Hola! Sandy Bell, una producción original que seguía las vivencias cotidianas de Sandy Bell Lesly, una chica alegre, noble y sincera, que creció con su padre adoptivo Cristóbal y su perro Oliver en un pequeño pueblo de Escocia. Tras una serie de infortunios, Sandy decide mudarse a Londres para convertirse en periodista. Viajando en el Sandymóvil, ella descubrirá nuevas pistas acerca de su pasado, con la esperanza de encontrar a su madre.

Este anime de Toei Animation sigue la tendencia de otros melodramas situados en Europa que gozaron de una enorme popularidad de este lado del charco, como Heidi, la niña de los Alpes (Nippon Animation), Remi, el niño de nadie (TMS Entertainment) o Candy Candy (Toei Animation). De hecho, la serie comparte varias similitudes con esta última y eso no es una coincidencia, pues el equipo detrás de la adaptación de Candy Candy es el mismo que se encargaría de desarrollar ¡Hola! Sandy Bell tan sólo unos años más tarde: el director Hiroshi Shidara, el guionista Noboru Shiroyama y el productor Yūyake Usui.

La serie se transmitió por primera vez el 6 de marzo de 1981 por la cadena TV Asahi en Japón. En 1985, sus 47 episodios fueron doblados al español por el estudio angelino Intersound y comenzaron a transmitirse el 3 de junio de ese año por el Canal 5 de Televisa. La serie tuvo repeticiones en la televisión abierta mexicana a finales de la década de los 90 y, afortunadamente, puede adquirirse en una edición en DVD en sitios como Amazon.

¡Hola! Sandy Bell puede considerarse un título poco conocido si se compara con otras series clásicas de aquella era del anime, sin embargo, guarda un lugar muy especial en los corazones de quienes crecieron con ella en la década de los 80 en Japón, Europa y varios países de Latinoamérica.

En México, todavía recordamos con cariño las aventuras y los dramas de la niña de coletas y calcetas de colores impares. Junto a ella, sufrimos con los abusos y las trampas de Kitty, la señora Honor y Eva; lloramos con las partidas prematuras y las amargas despedidas de sus seres queridos; y nunca perdimos la fe mientras la acompañábamos en su búsqueda de mamá. Con Sandy Bell, aprendimos a enfrentar las adversidades de la vida con una sonrisa.

5 momentos inolvidables de ¡Hola! Sandy Bell

A continuación, les compartimos cinco momentos memorables en los que sonreímos y lloramos con esta serie (SPOILER ALERT):

1. Sandy Bell conoce a la condesa Wellington

Los niños abusivos del pueblo meten en problemas a Sandy Bell, provocando que entre por una ventana para recuperar la pelota que patearon intencionalmente dentro de un castillo. Al ver a una hermosa mujer en un cuadro, piensa en su madre y fantasea con la idea de que ella pudiera serlo. Cuando Sandy Bell va a disculparse por haberse metido sin permiso, conoce a dicha mujer y entablan una linda amistad.

2. La primera aparición de Marcos

Nuevamente los chicos malos hacen de las suyas destruyendo el jardín secreto que plantó Sandy Bell en memoria de su mamá. Cuando todo lo que queda por destruir es el narciso especial que le regaló la condesa, un joven misterioso llega en su ayuda: Marcos. Así es como hace su heroica aparición el muchacho que nos traerá de cabeza el resto de la serie.

3. El segundo reencuentro entre Oliver y Sandy Bell

Sandy Bell se fue a vivir a Londres dejando atrás a su pueblo, a sus amigos y a su fiel compañero canino. Cuando ella regresa para pasar la Navidad, Oliver decide que no volverá a pasar sus días frente a la puerta esperando su regreso y corre detrás de ella. Después de un largo viaje, lleno de dolor, tragedia y determinación, finalmente, ambos logran reunirse.

4. Sandy Bell decide convertirse en periodista

Después de trabajar un tiempo en el periódico del señor Ronwood, Sady Bell decide emprender su propio camino viajando en una camioneta –el inolvidable Sandymóvil–, acompañada por sus amigos Oliver y Ricky, para perseguir su sueño de ser reportera.

5. Sandy Bell encuentra a su madre

La búsqueda terminó. las pistas nos conducen hasta un convento donde se encuentra con una monja que perdió la memoria. La madre superiora le cuenta acerca de cuando encontraron a esta mujer y le muestra un prendedor de narciso, idéntico al de Sandy; comprobando que ella es su madre. Un emotivo momento que además nos deja ver la madurez que alcanza su personaje.

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Victor Recinos "El Collecto" El cine me ha acompañado toda mi vida en un viaje de emociones, a través del tiempo, la imaginación y mundos mágicos de colores; desde galaxias muy lejanas hasta la realidad. Gracias al cine soy: creativo, otaku, Jedi, replicant, Batman y parte Cine PREMIERE.