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Columnas

Arrástrame al infierno (2009)

17-09-2009, 8:05:18 PM Por:
Arrástrame al infierno (2009)

  No son tanto problemas estéticos los que tiene Arrástrame al infierno (Drag Me to Hell, EUA, 2009) de Sam Raimi, sino problemas éticos. Si hemos de hacerle caso a Agustín “Duende Callejero” Galván, se trata de un remake ilegal de la cinta británica de Jacques Tourneur Night of the Demon. Es la misma problemática […]

 

No son tanto problemas estéticos los que tiene Arrástrame al infierno (Drag Me to Hell, EUA, 2009) de Sam Raimi, sino problemas éticos. Si hemos de hacerle caso a Agustín “Duende Callejero” Galván, se trata de un remake ilegal de la cinta británica de Jacques Tourneur Night of the Demon. Es la misma problemática que presentaba Haute tension de Alexandre Aja: se refriteaba con vigor y brillantez técnica una novela de Dean Koontz sin darle un mugre crédito.

Quitando ese “ligero” detalle, el filme de Raimi muestra una fuerza y un vigor cada vez más raro en el cine de terror hollywoodense. Modelo de contención autoral, se restringe de volver a la película una cinetrivia como la que gustan aventarse los directores dizque consagrados, y esas vacotas sagradas que abundan a diestra y siniestra. Su horror escatológico es un error, es cierto, como bien señala Eduardo Thuems “por momentos hace parecer su película un remedo de la serie Scary Movie”. Es cuando las cosas se ponen serias, en ese regodeo en la ojetez y la crueldad (pocos momentos más llenos de crueldad en el Hollywood de hoy como la cena con los futuros suegros). A partir de la cena ojete, todo es intensidad y delirio diabólico.

Problemas éticos los tiene, los problemas estéticos los resuelve sin trámite.

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