Audrey Tautou cierra con broche de oro el FICM 2016
La actriz francesa presentó su más reciente cinta, L’Odysée.
Crédito fotos: Eduardo Islas
Era la recta final del Festival Internacional de Cine de Morelia y, aunque las buenas películas y la visita de estrellas como Aaron Eckhart, Willem Dafoe, Gael García Bernal y Edgar Ramírez ya habían dado suficiente de qué hablar, la 14a edición del FICM aún tenia guardada una carta grande en términos de invitados. Es así que, con el pretexto del 15 aniversario del clásico Amélie (Jean-Pierre Jeunet, 2001), así como la presentación Éternité (Tran Ahn Hung, 2016) y L’Odysée (Jérôme Salle, 2016), la actriz francesa Audrey Tautou se hizo presente en tierras michoacanas para cerrar una edición más de esta cita cinematográfica anual.
Tímida y aparentemente frágil, tal cual se muestra siempre en pantalla, la actriz originaria de Beaumont se dio cita en Morelia no sólo para presentar los filmes mencionados sino también, como el resto de los invitados de lujo, develar una butaca en su honor, así como platicar con el público y la prensa asistentes, a quienes (dato curioso) se nos pidió evitáramos en la medida de lo posible agobiarla con preguntas relacionadas a su icónico papel como la excéntrica Amélie Poulain. Pero bastaba ver el trabajo de la actriz en las dos otras películas que se encontraba promocionando para tener suficiente tela de dónde cortar respecto al papel de las mujeres en el cine y la dificultad que atraviesan para encontrar papeles dignos, que no se reduzcan al de la “damisela en peligro” o el interés romántico del protagonista, en su mayoría perteneciente al género masculino.
“No sé cómo se podría luchar en pro de que hubiera mejores papeles para nosotras. Lo que sí sé es que muchas de las películas que veo son protagonizadas por mujeres. Ellas son las heroínas y son películas que mucha gente adora. Se tratan de trabajos que fueron realizados incluso 40 años atrás”, comentó la actriz durante un encuentro con la prensa. “También hay que tomar en cuenta que la economía en el cine es manejada por los hombres y esa es razón suficiente para que asuman que un héroe masculino es más identificable”, continuó la actriz.
Ahondando en su papel como la fuerte Simone Cousteau, pareja del legendario oceanógrafo Jacques-Yves Cousteau (Lambert Wilson) y principal impulso en su carrera, así como en el cuidado de su reconocido barco Calypso, la actriz habló sobre los personajes femeninos dentro y fuera de la pantalla. Mujeres cuyo aporte a la sociedad e imagen construida por figuras masculinas, es primordial y cómo sin la ayuda de éstas, sus legados no serían los mismos.
“Simone Cousteau era una mujer cuyo carácter la hacía amar su vida. Era mujer independiente. Aunque la realidad es que esta independencia nunca hubiera llegado de no haber tenido un marido, debido a la época en la que ella vivió. Es muy probable que, de no haber estado con Jacques (Cousteau), Simone nunca hubiera encontrado esa independencia o podido seguir su sueño. Sin duda esa situación simplificó la realización de sus deseos”, continuó la también protagonista de El código Da Vinci y Amor Eterno. “Bien se podría decir que ella hubiera preferido ser un hombre pero ese apego a la libertad y sus ganas por ejercerla, no importando su condición de desventaja para los tiempos en los que vivió, son lo que eventualmente y no obstante la realidad que la rodeaba, le permitieron ser como fue”, agregó.
Audrey Tautou y Lambert Wilson, en L’odyssee de Jérôme Salle
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