Las mejores películas de basquetbol

Gracias a las películas de basquetbol, uno de los deportes más populares en los Estados Unidos y del mundo entero, un montón de personas han podido disfrutar de la pasión y energía del deporte. Esta pasión ha resultado en numerosas adaptaciones cinematográficas que exaltan la emoción de los partidos, pero también los retos que deben enfrentar los jugadores para llegar a lo más alto y los esfuerzos de los entrenadores por sacar lo mejor de sus equipos.

Desde dramas hasta los más queridos híbridos de animación y acción real, recordamos las mejores películas de basquetbol, acá te tenemos una lista con las mejores películas de basquetbol que te harán vivir el deporte en piel propia.

Space Jam (Dir. Joe Pytka, 1996)

Michael Jordan es recordado por muchos como el mejor basquetbolista de todos los tiempos, pero también como el héroe cuyas cualidades deportivas evitaron años de esclavitud para los Looney Tunes en Space Jam. La película que gozó de enorme popularidad en los 90 gracias a su hilarante combinación de animación y acción real que preserva el alocado estilo que ha caracterizado a Bugs Bunny y compañía por generaciones. A esto sumemos su reparto deportivo encabezado por el mítico 23 y complementado por otros grandes como Charles Barkley, Shawn Bradley, Patrick Ewing, Larry Johnson y Muggsy Bogues, así como los refuerzos del mundo histriónico con Wayne Knight y Bill Murray. Finalmente, la pasión deportiva plasmada en un emocionante duelo de baloncesto contra los infames Monstars. No recibió grandes críticas ni reconocimientos, pero sí el aprecio del público que presionó por años para una secuela subtitulada A New Legacy y que contará con LeBron James como su protagonista.

The Way Back (Dir. Gavin O’Connor, 2020)

Las películas de individuos destrozados que reencuentran el rumbo tras hacerse con las riendas de equipos deportivos suelen ser vistas como un cliché, lo que no impide que algunas sobresalgan gracias a sus respectivas cualidades. Tal es el caso de The Way Back, que se ve fortalecida por el estupendo trabajo de Ben Affleck, quien refleja perfectamente el dolor de un hombre que parece destinado a perderlo todo por el alcohol, pero que retoma el camino al decantarse por algo que realmente le apasiona. En este caso el baloncesto tras hacerse entrenador de la que fuera su preparatoria. La cinta marcó el reencuentro del actor con Gavin O’Connor a cuatro años de El contador (2016) y aunque no gozó de gran éxito por su temática de redención deportiva y porque su estreno coincidió con el inicio de la pandemia en Europa y América, sus buenas críticas la avalan como una de los mejores películas de basquetbol de los últimos tiempos.

Coach Carter (Dir. Thomas Carter, 2005)

Las cintas deportivas suelen mostrar la manera en que los entrenadores motivan a sus jugadores para encontrar la grandeza dentro de la cancha. Coach Carter llevó esta premisa aún más lejos al abordar la historia verídica de Ken Carter, famoso por exigir un alto nivel académico a los integrantes de su equipo estudiantil para garantizarles un futuro alejado del crimen que azotaba la zona del instituto. La cinta sobresalió aún más por la presencia de Samuel L. Jackson, quien aprovechó su talento y presencia para encarnar al personaje titular con enorme destreza, al grado que suele ser considerado uno de los papeles más memorables de toda su carrera y la pieza clave para que el filme sea considerado entre los títulos deportivos más queridos del siglo XXI.

Camino a la gloria (Dir. James Gartner, 2006)

Las estadísticas dictan que casi el 75% de la NBA está compuesta por jugadores afroamericanos, pero esto no siempre fue así. Camino a la gloria explora los inicios de esta tradición deportiva con Josh Lucas en el papel de Don Haskins, entrenador universitario que se hizo famoso por elegir sus alineaciones basándose en el talento y no en características raciales, lo que resultó en la primera alineación completamente de color en la historia del baloncesto colegial. Generó polémica por una presunta exageración del racismo al incluir sucesos que nunca sucedieron en la vida real, lo que es considerado por muchos como una libertad creativa necesaria para resaltar la ideología estadounidense en los 60 y para enfatizar las adversidades que enfrentó el equipo que cambiaría este deporte para siempre.

Todo por ganar (Dir. William Friedkin, 1994)

William Friedkin alcanzó fama mundial con películas como El exorcista (1973), pero los amantes del basquetbol también lo recuerdan por la que es considerada una de las mejores películas de este deporte, sobre un entrenador universitario forzado a caer en prácticas prohibidas para la atracción de nuevos talentos en un entorno cada vez más corrupto. Una dura crítica a la manera en que el deporte amateur ha perdido sus viejos valores y que sobresalió aún más por la estupenda labor de Nick Nolte como el personaje central. También se caracterizó por la presencia de varios elementos profesionales como fue el caso de Penny Hardaway, quien fuera llevado a Orlando Magic a petición de Shaquille O’Neal luego de que ambos jugadores se hicieran buenos amigos durante el rodaje.

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Campeones (Dir. Javier Fesser, 2018)

Javier Ferrer se inspiró en las hazañas del Aderes, equipo español que ganara doce campeonatos para personas con capacidades diferentes entre 1999 y 2014, para relatar la historia de un arrogante individuo detenido por problemas de alcohol y cuya sanción consiste en realizar servicio comunitario con un grupo de jóvenes basquetbolistas con discapacidad. Sobra decir que las distintas partes batallan en un inicio, hasta que el entrenador erradica sus prejuicios y descubre la enorme valía de sus pupilos. La película tiene grandes emociones deportivas, pero su verdadera fortaleza recae en sus importantes lecciones sobre la tolerancia y el respeto. Esta fórmula garantizó su éxito en todo el mundo y la convirtió en una digna representante española al Oscar 2019, aun cuando no pudo hacerse con la nominación a Mejor película internacional.

Love & Basketball (Dir. Gina Prince-Bythewood, 2000)

El amor suele ser un elemento secundario del cine deportivo, casi como un premio que sólo llega con la grandeza de los títulos. No es el caso de Love & Basketball, ópera prima de Gina Prince-Bythewood que sobresale al centrarse una pareja estudiantil que atraviesa distintas adversidades cuando sus sueños de convertirse en jugadores profesionales del baloncesto empiezan a tambalearse. Lejos se centrarse en la adrenalina de los encuentros y la gloria de los campeonatos, la cinta sobresale por su mensaje sobre lo engañosas que pueden resultar las grandes pasiones cuando éstas se tornan en una obsesión que impide ver lo que realmente importa en la vida. Un elemento diferenciador que le ha convertido en una de las cintas más queridas, no sólo entre los amantes del baloncesto, sino del público en general.

Los blancos no saben saltar (Dir. Ron Shelton, 1992)

Si Los blancos no saben saltar se convirtió en uno de los títulos más ovacionados de su tiempo, fue porque dejó atrás el eterno heroísmo deportivo y las canchas profesionales para mostrar la picaresca cara urbana del baloncesto con dos sujetos que aprovechan su talento, capacidad de engaño e incluso los estereotipos para ganar dinero en encuentros callejeros. Se convirtió en el título que mejor refleja la popularidad que vivió este deporte en los 90. A esto sumemos el talento histriónico y deportivo de Woody Harrelson y Wesley Snipes, en la que suele ser considerada una de las duplas histriónicas más memorables de su tiempo. Un híbrido perfecto de comedia, drama y basquetbol que goza de gran popularidad entre las audiencias de películas y muy especialmente entre los aficionados de este deporte, y cuyo legado se extendió al campo de los videojuegos e incluso de los tenis con Nike liberando dos modelos conmemorativos inspirados en los personajes centrales.

No perdonarás (Dir. Spike Lee, 1998)

Spike Lee aprovechó su talento creativo para una cinta de alta carga dramática que emplea el baloncesto como punto de reencuentro entre un adolescente y su padre alienado. El primero es una promesa con grandes dudas sobre su futuro; el segundo es un convicto liberado temporalmente para convencer a su hijo de inscribirse en la universidad del encargado del centro penitenciario y así garantizar su éxito en la temporada. Una trama que resulta en la exploración de una gran variedad de temas que va de la pasión deportiva a los esfuerzos por enmendar los errores de una familia resquebrajada. Es recordada por la estupenda interpretación de Denzel Washington, pero también de Ray Allen, quien fuera contactado por el cineasta en el medio tiempo de un partido entre los Knicks y los Bucks. Nunca había actuado, así que tomó un curso de ocho semanas con el que se convirtió en el mayor referente de los jugadores profesionales que han probado fortuna en la pantalla grande, como es el caso de LeBron James (Esta chica es un desastre), Kevin Garnett (Uncut Gems) e incluso Michael Jordan (Space Jam). Una de las mejores películas de basquetbol.

Hoosiers (Dir. David Anspaugh, 1986)

Un equipo deportivo que no aspira a nada en el torneo, pero cuya unión le permite superar todas las adversidades hasta llegar a lo más alto. La premisa de Hoosiers ha sido repetida hasta el cansancio, pero esto no le impide mantenerse entre los grandes exponentes del baloncesto cinematográfico e incluso entre las mejores películas deportivas en general. Esto se debe a que lejos de caer en el cliché, los obstáculos impuestos en el camino son plasmados como auténticos conflictos narrativos que deben ser superados por los distintos personajes para alcanzar la grandeza. A esto sumemos la famosa interpretación de Gene Hackman como el entrenador del equipo que, sin necesidad de grandes premios ni reconocimientos, figura entre lo mejor de su filmografía. Tuvo dos nominaciones al Oscar, incluyendo Mejor actor de reparto para Dennis Hopper y en 2001 fue seleccionada por el Registro Nacional de Cine para su preservación en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos por su trascendencia cultural, histórica o estética. Una de las mejores películas de basquetbol.

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Luis Miguel Cruz Algún día me uniré a los X-Men, la Alianza Rebelde o la Guardia de la Noche. Orgulloso integrante de Cine PREMIERE desde el 2008.