Berlinale 2017 – Gran presencia mexicana
Desde el mercado de películas, hasta la proyección de una versión restaurada de Canoa, México ha tenido una gran Berlinale.
México In Focus
El European Film Market (EFM) es el evento que corre de manera paralela a la Berlinale y en el que periodistas y público no pintamos gran cosa. Allí, sin embargo, se cocina toda esa parte pragmática de la cinematografía concerniente a la compra, venta y distribución de películas y sin cuya existencia no sería posible hablar del cine como industria. Es de llamar la atención que por primera vez el EFM haya abierto una sección en la que se presenta un país invitado, llamada In Focus, y más aún que precisamente México haya sido la nación encargada de inaugurarla. En este sentido, y con la participación de IMCINE, se han organizado varias actividades cuyo objetivo es mostrar el papel de México en el mercado global. Una de ellas, por ejemplo, se llama Producers Hub, y consiste en que diez productores mexicanos puedan enseñar sus proyectos y establecer redes de colaboración. Asimismo, existe una sección dedicada únicamente a cine documental nombrada Meet the docs en el que directores de la talla de Juan Carlos Rulfo y Claudia Ibáñez presentarán sus propuestas, mientras que a través de la iniciativa Visions Mexico 2017 cineastas como Jorge Ramírez-Suárez (Guten Tag, Ramón) y Max Zunino (Los bañistas), entre otros, podrán dar a conocer filmes de su autoría que se hallan en etapa de postproducción. Bien por México.
Canoa y La libertad del diablo
Aunque pertenecen a tiempos distintos y fueron incluidas en diferentes secciones del festival, es indudable la existencia de un hilo conductor entre estas dos películas, dado que ambas muestran a un México sumido en la violencia y el impulso fraticida. En el caso de Canoa (1976), cinta de Felipe Cazals que narra el linchamiento de unos estudiantes universitarios en manos de los habitantes de una población rural, se la incluyó en la sección Berlinale Classics con una copia restaurada. Pese a su dureza, y al hecho de tocar un tema que se antoja más actual que nunca, la proyección como tal se tornó prácticamente en una celebración del cine, pues además de contar con la participación del propio Cazals, la sala estuvo a reventar y aplaudió a lo largo de varios minutos al término de la función. La libertad del diablo (2017), por su parte, es un documental tan desasosegante como valiente. Dirigida con pulso firme por Everardo González (Los ladrones viejos) y presentada en la sección Berlinale Special, la película se percibe como un mosaico de horrores en el que cada persona que es invitada a brindar testimonio –sicarios; familiares de “levantados”; exintegrantes de las fuerzas del orden, etc.– aporta una visión de la realidad que, una vez armada como conjunto, nos ofrece un panorama del México de hoy sumamente desesperanzador. Aun así, y dado que se presta para múltiples lecturas, se trata de un documento necesario y que permite entrever la importancia que tiene la sociedad en la transformación de esta verdad desoladora. Por demás, el uso de máscaras por parte de los testigos le aporta una estética visual tan poderosa como impactante.
Los tesoros de María Novaro
Quizá la peor parte, o la más injusta de reconocernos como parte de una sociedad en la que la violencia se ha vuelto una cuestión rutinaria es que olvidamos que no todo es así, que, aunque no lo veamos, o nos cueste trabajo hacerlo, hay otro México que aún no ha perdido ni la buena voluntad ni la inocencia. Exhibida en la sección Generation 14Plus ante incontables grupos de alumnos de diferentes escuelas berlinesas, María Novaro presentó Tesoros, película pequeña cuyo fin parece ser el recordarnos que aún existen puntos, sitios, momentos –las pequeñas poblaciones, la infancia– exentos de cualquier signo de malicia. La cinta está protagonizada por un puñado de niños y fue rodadaza durante cinco semanas en el poblado Barra de Potosí, en la costa de Guerrero. De hecho, y según lo que explicó Novaro al término de la proyección, se trató de un filme sumamente familiar, ya que participaron tres nietos suyos y dos hijos de la productora, y además la asistente de dirección es su propia hija, Lucero S. Novaro. “En México la familia es vital, lo más importante para enfrentar los problemas que tenemos”, dijo ante el público, como para dejar en claro el tono optimista que lleva impreso su película. Un tono que, valga lo dicho, también es legítimo.
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Carlos Jesús González Carlos Jesús (aka Chuy) es escritor y periodista freelance. Desde 2006 radica en Berlín, desde donde colabora para distintos medios. Sus pasiones son su familia, la cerveza, escribir relatos y el cine de los setenta.
