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Cine

Bienvenidos a Grecia

03-06-2017, 11:43:33 AM Por:
Bienvenidos a Grecia

Highway to Hellas es una comedia llena de estereotipos sobre una farsa colectiva.

Cine PREMIERE: 2
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Ante la crisis, el humor. Bienvenidos a Grecia es una película sencilla (en ratos rayando lo simple) construida a partir de estereotipos y situaciones predecibles que, sin embargo, son al mismo tiempo su fortaleza. Son ejecutadas con naturalidad y convicción por los actores, aunque los engaños y las trampas a las que someten a uno de los personajes quedarían nulificadas si este tuviera un poco de malicia, lo que lo vuelve ciertamente inverosímil. Aunque, hay que insistir, es la convicción de los actores lo que hace que la cinta no se vaya a pique y que, a pesar de todas sus flaquezas, acabe siendo un vehículo de entretenimiento familiar que se deja ver.

Aparentemente sin otro objetivo más allá de entretener, es cierto que Bienvenidos a Grecia, una coproducción grecogermana dirigida por Aron Lehmann (coguionista junto a Arnd Schimkat y Moses Wolff), permite entrever un comentario crítico sobre la sociedad griega que ha sufrido por la profunda crisis de su economía, presentándola como conformista, juerguista y aprovechada. Todo el pueblo de Paladiki, una pequeña isla, sabe que el proyecto “Galápagos en Grecia” por el que han pedido un préstamo a un banco alemán no es otra cosa que una tomadura de pelo para recibir financiamiento. Así que cuando ese banco manda un inspector, Jörg Geissner (Christoph Maria Herbst), a verificar que de verdad existan el hospital y la central eléctrica que han presentado como garantías, este sea sometido a un orquestado engaño que implica montajes de instalaciones fantasma a la usanza, por ejemplo, de Inspector calzonzin, comandado por el alcalde Spyros (Akilas Karazisis). En tanto, se le pide al mujeriego Panos (Adam Bousdoukus), de origen alemán y a cargo de la tienda local, que lo distraiga y retrase tanto como pueda.

Obviamente, el banco tiene otros intereses (y aquí es el comentario crítico hacia las economías depredadoras y sus aparentes buenas intenciones). La jefa de Jörg intuye que nada existe y sólo quiere la verificación para tomar posesión de la playa del pueblo y construir ahí un complejo turístico que rescate a la institución financiera que de otro modo está condenada a la quiebra.

Así pues, lo que queda por delante es cómo engañar al rígido alemán, un tipo solitario sin aparente vida personal, que viaja con un único traje y enormes prejuicios (la escena de la bolsa en la que guarda el cobertor es un ejemplo). Sometido a humillaciones (el viaje en burro, por ejemplo, y el agua que le sirven cuando lo devuelve), poco a poco va estrechando su relación con Panos y conociendo y simpatizando con los lugareños con los que tiene contacto, como Eleni (Georgia Tsagaraki), de quien se enamora.

Además de la amistad, se tocan temas como el compromiso, la responsabilidad, la soledad y la familia. Todo bajo el cobijo del humor físico y de situación, con paisajes preciosos pero a partir de estereotipos que han habitado el cine desde sus primeros años.

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autor Nadie quiere acompañarlo al cine porque come palomitas hasta por los oídos e incluso remoja los dedos en el extraqueso de los nachos. Le emocionan las películas de Stallone y no puede guardar silencio en la sala a oscuras. Si alguien le dice algo, él simplemente replica: "stupid white man".
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