Billie Eilish: The World’s A Little Blurry – Crítica de la película documental

Así como un video detrás de cámaras de un épico concierto, o una especie de adelanto con entrevistas y escenas nuevas de una película, el documental dedicado a Billie Eilish no es más que un incentivo eufórico para los fanáticos de la cantante de «Bad Guy«.

A lo largo de poco más de dos horas, el director R.J. Cutler, nos muestra desde un lugar en primera fila algunos de los momentos que jamás podríamos ver estando ahí. Desde la preparación de un performance, la forma en que una nueva estrella comienza a codearse con las grandes celebridades y hasta el proceso de composición de sus canciones más famosas.

Para quien no sea un apasionado seguidor de Billie Eilish podría resultar cansada una película documental que dedica más de dos horas a, prácticamente, ver una serie de conciertos y tours detrás de cámaras. Tal y como el director Cutler lo ha hecho saber, su intención no era entrevistar a especialistas y «explicar» la vida de Billie, sino sólo mostrarla al descubierto. Sin embargo, la vida que se muestra en el documental se limita a los fragmentos del antes y después detrás de bambalinas.

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Tras un intenso comienzo con un pequeño concierto en el que interpreta «Bored«, la canción con la cual dio el salto a la fama mundial tras formar parte del soundtrack de 13 Reasons Why, la película documental comienza a literalmente adentrarnos en los monstruos de Billie Eilish. «Estos monstruos son mis canciones», dice la cantante mientras muestra algunas anotaciones y dibujos en una libreta.

A partir de ese momento, la cantante de tan sólo 19 años de edad nos deja entrever un poco de su forma de interpretar al mundo. También vemos algunos inéditos videos de la infancia de Billie y su hermano Finneas Baird O’Connell que nos muestran cómo la influencia artística de sus padres fue pilar para que se encaminaran hacia el camino de la música apenas aprendieron sus primeras palabras.

Fuera de esa breve intromisión a la vida íntima de Billie Eilish, la película documental se limita a recopilar grandes momentos que ha vivido la cantante a lo largo de los últimos seis años desde que comenzó su carrera artística a los 13 años.

Este documental se limita a ser un deleite de los fanáticos que soñarían con ver algunos de estos momentos detrás de cámaras. Podría ser defraudante para alguien que llegara a la película con el interés de conocer qué significa para una pequeña de 13 años volverse un ícono de la música pop de una forma tan inesperada; conseguir más fama que incluso algunos de los reguetoneros más famosos del mundo en menos de tres años y empatizar con una persona que sufre del síndrome del Tourette.

Incluso, se siente una clara tendencia por endulzar algunos de los momentos más difíciles de la cantante. Por ejemplo, Billie Eilish tuvo que comenzar una terapia psicológica por una obsesión infantil con Justin Bieber y una vez que la fama la ha hecho conocerlo, la joven estrella se queda paralizada. Sin embargo, el enfoque es ése: una chica que cumple el sueño de conocer a uno de los artistas más famosos del mundo. No la enfermedad, no lo turbio.

La película documental de Billie Eilish fue claramente realizada para los fanáticos con una producción impecable, pero no retoma algunos puntos clave de su vida para que el resto podamos aprender de una vida ajena. No hay aprendizajes para quien no sólo busque los datos curiosos como fan.

Billie Eilish: The World’s a Little Blurry ya está disponible en Apple TV.

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Susana Guzmán De la O Escribir y el cine son mis más grandes amores. Admiro a Tarkovski, pero lloro cada que veo Up.