Bob esponja al rescate – Crítica de la película

Vivimos en una realidad mucho más aterradora que aquella oscuridad que permea en el abismo debajo de Fondo de Bikini. El mundo que nos ha dado el 2020, sin duda, hace a aquel Fondo de Roca un paraíso comparado con lo que nos ha traído una pandemia inusitada. Hoy, más que nunca, necesitamos una sonrisa sincera, una carcajada genuina; algo que nos haga olvidarnos de todo, aunque sea por un instante. Si hay alguien que nos ha dado eso a lo largo de más de dos décadas, ése es sin duda, ese ser amarillo que vive en una piña debajo del mar. Ahora, con Bob esponja al rescate, su nueva película, el señor Pantalones Cuadrados hace honor a su legado, y llega a los hogares de sus seguidores con una historia fiel a ese enorme corazón que lo ha caracterizado a lo largo de tantos años. 

En su tercera aventura en largometraje, Bob Esponja se embarca en una historia que no trata de presentar algo distinto a lo que hemos visto por más de 20 años en la pantalla de Nickelodeon. Bob Esponja al rescate se construye de un sinfín de guiños a lo que nos ha hecho reír a lo largo de 274 episodios en la televisión. Con aquella esencia intacta, esta cinta triunfa enormemente en rendir un gran homenaje a la historia creada por Stephen Hillenburg creada en 1999. 

Uno de los elementos más significativos de este universo es el enorme amor de Bob por Gary, su caracol y su gran compañía. En la saga televisiva hemos visto varias veces cómo, por una u otra razón, este pequeño ser ha desaparecido, siendo la más significativa –y entrañable– la presentada en el episodio ¿Han Visto a Este Caracol?, transmitido en 2005. En aquel capítulo –y especialmente en un montaje musical de no más de dos minutos–, es posible ver que lo que siente Bob por su mascota es algo tan fuerte que, cuando él desaparece, no habrá nada ni nadie que lo detenga para recuperarlo. 

Con esta premisa, la película Bob Esponja al rescate nos muestra una vez más al cocinero del Crustáceo Cascarudo en una travesía por el mar para recuperar a su caracol. Esta vez, quien ha sustraído a la mascota no es la señorita Tutsi de aquel episodio sino el mismísimo rey de los mares. En un intento por conservar la juventud eterna, Poseidón descubre un poder en la baba de caracol y Gary es la única especie en el agua que puede darle lo que necesita. 

Emulando lo visto en Bob Esponja: la película (2004) y Bob Esponja: Un héroe fuera del agua (2015)– la película Bob Esponja al rescate lleva a sus personajes una vez más por un viaje dentro –y brevemente fuera– del agua. A lo largo de su camino, como ya es tradición en la filmografía de este personaje, su paso está lleno de interesantes y divertidos cameos con rostros como el de Snoop Dogg, Danny Trejo, Keanu Reeves y hasta el del Kenny G como un calamar convertido en el rey del saxofón. 

La historia de esta película, desde luego, incluye elementos ya obligatorios en las aventuras de Bob Esponja: los intentos infinitos de Plankton por robar la fórmula de la Cangreburger; Arenita explorando su vena científica; Calamardo considerando un día más de trabajo como una carga infinita; Don cangrejo añorando más riquezas y, especialmente, a Patricio siguiendo fielmente a su mejor amigo. 

Es por ello que Bob Esponja al rescate no intenta reinventar el legado de este exitoso personaje animado. Su propósito central es no sólo explotar una vez más su fórmula exitosa sino convertirse en el mejor homenaje a su creador, el animador y biólogo marino Stephen Hillenburg, fallecido en 2018. La cinta escrita y dirigida por Tim Hill –un viejo colaborador de las aventuras televisivas en Fondo de Bikini– convierte a esta película en la mejor forma de recordar y celebrar el espíritu con el que Hillenburg revolucionó a la televisión animada a inicios del siglo XX. –El trazo con el que cierra la cinta, acompañado de su nombre, sin duda conmoverá enormemente a los fans de esta franquicia–. 

Como aquella canción en la que Bob celebra el mejor día de su vida –que gestó la creación de un musical nominado a 12 premios Tony en 2018– la película Bob Esponja al rescate celebra el universo del que es parte. Esta cinta –musicalizada por Steve Mazzaro y Hans Zimmer– es un gran regalo para todos sus fieles seguidores. Es una cinta que va dedicada única y exclusivamente a quienes crecieron con la caricatura desde 1999 y para los que hoy siguen haciendo a Bob Esponja el show más exitoso en la historia de Nickelodeon. 

Hay un momento en particular en la película Bob Esponja al rescate que permite ayudarnos a ejemplificar el viaje al que nos embarcamos. En cierto momento de la trama, Bob y Patricio llegan a la ciudad perdida de Atlantic City, una especie de Las Vegas bajo el mar desde donde Poseidón controla su reinado. Ahí, seguimos a estos dos personajes engolosinados por un mundo empalagoso, bobo, pero muy inocente que podría ser una buena forma de describir la historia de esta cinta. 

A estas alturas, queda claro que Fondo de Bikini es un mundo que sabe que es muy fácil cautivarnos y atraparnos con su dulzura. Y que, a dos décadas de distancia, ese camino debajo del mar está lejos de agotarse. Aquellos deseos de Nickelodeon por explorar más a los personajes de esta historia son materializados de forma interesante en esta cinta.

Aquí somos testigos de una parte de la infancia de Bob y compañía. Aún con un error en la historia presentada en la televisión –sobre la forma en que inició la amistad entre Bob y Arenita– los flashbacks a un campamento infantil nos muestran algo que ya parecía imposible: que estos seres acuáticos tienen un lado todavía más entrañable que el que ya conocíamos. Esto se logra gracias a una interesante trabajo en animación completamente en 3D, el cual trata de emular la estética del show en la pantalla chica pero que le añade un gran número de detalles y dinamismo a cada uno de estos personajes y sus entornos.

Desde 1999, Bob Esponja ha acompañado a toda una generación de televidentes. El ser que habita en una piña debajo del mar ha sido responsable de historias que nos han hecho sonreír en un sinfín de ocasiones. En este mundo que lo obligó a estrenar su nueva película en plataformas digitales y no en una sala cinematográfica, Bob Esponja sale al rescate de sus fieles seguidores y les da un par de motivos para sonreír. Uno de ellos es la promesa que sus aventuras marítimas están lejos de terminar. Y el otro es que, cuando más lo necesitemos, ese enorme corazón suyo estará ahí para todos. Porque así como lo demuestra esta cinta –que revela cuál es la verdadera fórmula secreta de la felicidad en Fondo de Bikini–, una vida sin las locuras y la risa de Bob Esponja, no sería vida. 

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Arturo Magaña Arce Apasionado de ver, escribir, leer, investigar y hablar sobre cine en todas sus formas. Soy fan de Star Wars, me sé de memoria todos los capítulos de Friends y si me preguntan de cine mexicano, no hay quien me calle. Editor en Cine PREMIERE.