Bourne Identidad desconocida – Crítica

En la película de Bourne Identidad desconocida se sigue la vida de Jason Bourne (Matt Damon), un hombre que lucha por encontrar quién es, después de haber sido rescatado en medio del Mar Mediterráneo, con dos balazos en la espalda y con amnesia. El protagonista muy pronto se dará cuenta que no es normal tener una cuenta bancaria con millones de dólares, hablar a la perfección varios idiomas, contar con pasaportes de todo el mundo y ser experto en combate.

Basada en la novela homónima de Robert Ludlum, esta película funciona como la introducción al personaje de Jason Bourne e incluye todo lo que un thriller necesita: peleas, acción, vueltas de tuerca y un ritmo rápido. Sin embargo, como usualmente ocurre en las primeras partes de una franquicia, el inicio es lento pues el guión se toma su tiempo para presentar el universo en el que se desarrolla, así como a los personajes involucrados.

Y a pesar de hacer esto, uno de los errores más grandes es que a sus personajes secundarios les falta un mejor desarrollo. Esto es especialmente cierto en el caso del antagonista principal, pues a Clive Owen le hace falta tener mayor fuerza frente a la audiencia. Y es que al final queda como un peón más esta conspiración internacional. Lo mismo va para el “villano corporativo”: Chris Cooper.

Al elenco se une Franka Potente (Run Lola Run) como Marie, una mujer que se involucra con Bourne por accidente. Y aunque la química entre ambos existe, su personaje también sufre de falta de desarrollo, lo cual impide que exista una conexión con la audiencia.

Esta producción fue un tanto accidentada, pues tuvo retrasos en el estreno, reshoots y cambios en el guión, sin embargo al final se logró un producto con cohesión y con los elementos necesarios que hacen un buen thriller. Mención aparte a la secuencia de persecución en coche en París (dirigida principalmente por el director de la segunda unidad, Alexander Witt), pues quitando un par de escenas donde la pantalla verde es dolorosamente obvia, el resultado final logra su objetivo y se convierte en una de las secuencias más emocionantes de toda la película.

La identidad Bourne sobresale principalmente porque pudo haber sido una película genérica, que se convirtió en una promesa de que hay una historia más allá, y sobre todo, crea curiosidad acerca de un tema del que se habla poco: Operación Treadstone.

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Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.