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Cine

Camino a Marte – Crítica

01-12-2017, 4:38:06 PM Por:
Camino a Marte – Crítica

Un interesante road trip en el que, gracias a la química de sus actores, el espectador se vuelve parte de un viaje emocionante de autodescubrimiento.

Cine PREMIERE: 4
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A veces, huir puede ser la mejor opción. Para Violeta (Camila Sodi), emprender un viaje es lo mejor que le puede pasar a Emilia (Tessa Ia), su mejor amiga, en el momento más frágil de su vida. En el camino encuentran a un extraño sujeto (Luis Gerardo Méndez), quien afirma que la humanidad está a punto de desaparecer. Así es como se gesta Camino a Marte, un interesante road trip en el que, gracias a la química de sus actores, el espectador se vuelve parte de un viaje emocionante de autodescubrimiento.

No es exagerado decir que ésta es una de las mejores actuaciones que hemos visto en la pantalla grande del elenco de esta cinta. Tessa Ia ha demostrado este año el gran talento que tiene –próximamente la veremos en la esperada película mexicana Los adioses, de Natalia Beristáin–; y Camila Sodi hace de esta cinta una prueba de la versatilidad que posee frente a la cámara.

Pero la gran sorpresa de Camino a Marte es Luis Gerardo Méndez, a quien vemos en un papel fuera de su zona de confort –que se asemeja mucho a lo que hizo en la obra de teatro El curioso incidente del perro a medianoche– y quien pronto estrenará cintas similares como Bayoneta, de Kyzza Terrazas, o Tiempo compartido, de Sebastián Hoffman, la cual forma parte de la selección oficial de Sundance 2018.

Por el lado de la historia, el director Humberto Hinojosa se reúne de nueva cuenta con Anton Goenechea, guionista con el que escribió Paraíso perdido para crear una historia interesante, a ratos conmovedora, cuya originalidad y tratamiento se convierte en una bocanada de aire fresco para el cine mexicano que llega a las salas de cine de forma masiva.

Aquí no estamos frente a una típica comedia romántica mexicana, sino a una mezcla de un drama con una feel good movie que coquetea muy discretamente con la ciencia ficción únicamente para sostener su argumento durante toda la historia y reforzar el lazo de amistad y solidaridad entre sus tres protagonistas.

Mucho ayuda el alto nivel de producción, algo a lo que ya nos tiene acostumbrados Hinojosa en cada una de sus películas. Cada momento de esta historia es enmarcado por los lugares más bellos de la península de Baja California, los que, gracias a la fotografía de Guillermo Garza, se convierten en un personaje más de la cinta. Lo mismo sucede con el score a cargo de Rodrigo Dávila, otro colaborador frecuente del director de I Hate Love, que termina por complementar el círculo de complicidad entre el público y el talento de este filme.

En suma, cada uno de estos elementos construye una película entretenida, que logra atrapar al espectador y lo hace parte de un viaje que, con cada kilómetro recorrido, nos muestra el enorme poder de la solidaridad y la empatía. Una vez más, Humberto Hinojosa demuestra por qué es uno de los cineastas con un gran futuro por delante. Su trabajo, y el de todos los involucrados, demuestra que en México se pueden hacer historias de gran calidad que pueden ayudar a que el cine nacional pueda reconquistar a su público comercial.

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autor Apasionado de ver, escribir, leer, investigar y hablar sobre cine en todas sus formas. Soy fan de Star Wars, me sé de memoria todos los capítulos de Friends y si me preguntan de cine mexicano, no hay quien me calle. Editor en Cine PREMIERE.
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