Cannes 2017: La cordillera y lo nuevo de Sofía Coppola

La octava jornada en Cannes comenzó con una fuerte presencia mexicana: la masterclass de Alfonso
Cuarón, uno de los eventos más cotizados del festival. Entrevistado por el historiador de cine y director de la revista Positif, Michel Ciment, el cineasta mexicano comentó sus
decisiones de carrera y su manera de trabajar, retomando con detalles película por película
siempre con un largo fragmento analizado de cada una.
Sus recuerdos de sus encuentros con «El Chivo” Lubezki, Memo Del Toro (quien lo alcanzó y
siguió con mucho entusiasmo la charla) o “El Negro” Iñárritu, así como anécdotas divertidas
(como que Guillermo Del Toro le propuso el cierre de Y tu mamá también o cómo este
mismo le hizo cambiar de punto de vista en cuanto a dirigir Harry Potter o en cuanto a su autodesprecio por
Grandes esperanzas​,​ etc.) entusiasmaron a una audiencia fascinada.

La otra nota nacional, por su parte, la dio la actuación de Daniel Giménez Cacho, quien forma parte del
fuerte cartel multicultural que estelariza el más reciente filme de Santiago Mitre. Este director argentino, quien creara intrincados mosaicos narrativos y de carácter con las agudas El estudiante y La Patota​ –reconocidas en la Semana de la Crítica–, se lanzó a una
producción de mayor presupuesto y la presión de inversionistas internacionales con La cordillera​, una ambiciosa narración que busca conciliar lo íntimo con lo político a manera
de elegante y sobrio thriller.
Estelarizada por el astro argentino Ricardo Darín, acompañado de un catálogo de estrellas
latinoamericanas que incluyen a Dolores Fonzi y Paulina García, la película se ubica en
medio de una cumbre política en la cordillera chilena. Dicho encuentro habrá de consolidar un bloque
estratégico entre países del sur, en el que el presidente Blanco (Darín) tendrá un rol
decisivo al tiempo que una crisis nerviosa de su hija revelará más de él que de
ella.

Finamente bordada y dirigida con pericia, la película funciona como un thriller político que
evoca los tejidos y las marañas narrativas de series como House of Cards y que expone al
político como un perpetuo y ambiguo personaje, faceta que invade, inevitablemente, su vida
personal. Mitre sale avante de la presión del sistema de estudios y seguramente podrá
encontrar un equilibrio entre temas que le interesan personalmente –de la mano del genial
guionista argentino Mariano Llinás– y las demandas de contenido en el mercado.

Visión rusa

Del frío de los Andes sudamericanos pasamos al gélido monástico de la Rusia.
Comencemos platicando de la nueva película de ficción del desafiante Sergei Loznitsa, A
Gentle Creature, ​que a pesar de ser una coproducción europea con realizador ucraniano
es, en espíritu, tema y objetivos, más rusa que un barril de vodka en Siberia. Un retrato
desencarnado, un calvario profundo que nos adentra en la vision Loznitsiana de la Rusia
actual, con recursos visibles al servicio de una puesta en escena brillante, bien producida,
con un ambicioso libreto adaptado de Dostoievski y una posproducción pulida como
diamante.

Closeness fue el otro filme ruso presentado en la jornada. Dirigido por Kantemir
Balagov, es un ejercicio crudo de cine-guerrilla compuesto de imágenes directas, apenas
retocadas y compuesta en 1:33, un formato televisivo que, paradójicamente, no es usado
por ninguno de los proyectos televisivos presentados en Cannes –Twin Peaks, Top of the Lake–. Esta ópera prima rusa proyectada en Un Certain Regard, aunque fallida,
brusca y víctima de su propio impulso disruptivo, vale como ejercicio de denuncia y
exploración de mentalidades, como la ruso-judía.

Favoritos de la jornada

Ahora hablemos de cosas mucho más amables, como lo que se presentó en la Quinzaine
des Réalisateurs. Si Los Ángeles tiene a Hollywood y Bombay a Bollywood, Afganistán,
con su absoluta pobreza, tiene a Nadawood, y es Salim Shaheen quien lo cuenta con mucho
humor en Nothingwood​. Shaheen es un actor muy popular de películas de acción de una
calidad claramente desastrosa. Para definirlas se necesitaría alargar el alfabeto, a fin de colocar a este tipo de cine: más amateur que cualquier serie Z del mundo.
La también periodista Sonia Kronlund sigue al actor con curiosidad, ternura y mucho humor
y, más allá de la farsa, logra retratar con agudeza la sociedad afgana en su machismo o en
sus terribles reglas morales, como la nota de que las actrices que trabajan con
Shaheen se arriesgan a ser hasta deshonradas, ¡y son seguidas por sus papás a
todo momento!. Además, el filme denota también reglas hipócritas de la
sociedad afgana, como cuando un actor afeminado de la banda juega con su
bisexualidad, pero sin nunca poder asumir plenamente su homosexualidad.Para terminar de entusiasmarlos con este filme, les contamos que, los rodajes de
Shaheen se desarrollan en paisajes espléndidos y alejados de toda población.

Nothingwood ha recibido una de las ovaciones más calurosas de todo el festival, junto con la que obtuvo el el más reciente trabajo de Sofia Coppola, The
Beguiled​.
Esta adaptación de un texto de Thomas P. Cullinan (adaptada previamente a la pantalla
grande por Don Siegel) se encuentra estelarizada por Nicole Kidman, Kirsten Dunst y Elle
Fanning, quienes interpretan a las mujeres que arropan en un colegio a un soldado
enemigo (Colin Farrell) durante la guerra civil
estadounidense. A partir de esta abrupta irrupción de la figura masculina en el ambiente
puro de lo que era hasta entonces una feminidad inmaculada, surgirán una serie de
tensiones libidinales que desencadenará en un relato de celos, pasiones y venganzas.
En línea con algunos de sus trabajos anteriores, Coppola regresa a La Croisette con un
trabajo en el que convergen las temáticas que  le competen más como autora. Es uno de los
filmes que se perfila como posible favorito de las premiaciones.

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Equipo en Cannes Jean-Christophe Berjon, Jorge Negrete, Pedro Emilio Segura y Sergio Huidobro, corresponsales de Cine PREMIERE y críticos del programa MI CINE TU CINE