Cannes 2019: ¿Por qué desaparecen las mujeres cineastas?

«Las mujeres no somos una minoría en el mundo, aunque el estado actual de nuestra industria muestra lo contrario», exclamó hace un año la actriz Cate Blanchett, erguida en los peldaños de la alfombra roja de la 71 edición del festival de Cannes, acompañada por Agnès Varda y por un contingente femenino de brazos entrelazados.

Su protesta visibilizaba una desigualdad: «En estos peldaños estamos paradas 82 mujeres», dijo Blanchett, «representando el número total de directoras que han subido por estas escaleras desde la primera edición del festival de Cannes en 1946. En el mismo periodo, 1 688 realizadores hombres las han pisado».

Organizada por el colectivo francés 5050×2020 –grupo que lucha por la paridad, igualdad e inclusión en la industria–, la marcha liderada por Blanchett y Varda encontró su aliado más poderoso en las cifras de esa edición: tan sólo una película dirigida por una mujer había sido elegida para competir en la Palma de Oro, y en total sólo tres realizadoras eran parte de la selección oficial. La demostración le dio la vuelta al mundo y derivó en un compromiso por parte de Thierry Frémaux, delegado general del encuentro, de dar pasos firmes hacia la paridad de género.

Este año, el festival ha mejorado un poco sus números: 19 cintas de las 69 elegidas para la selección oficial fueron dirigidas por mujeres, cuatro en la competencia principal. Sin embargo, Cannes también ha aceptado ser más transparente: por primera vez ha contabilizado la cantidad de cintas dirigidas por mujeres que fueron enviadas al festival para su selección. De las 1 845 cintas recibidas, el 26 por ciento tenían a una mujer como directora.

Obtener esta estadística resultaba de gran importancia, ya que se suele creer, sin ningún tipo de evidencia cuántica o registro, que simplemente no hay directoras de dónde elegir. Asimismo, permite tener un pequeño panorama de quiénes son las mujeres que están haciendo cine actualmente. En esta edición, por ejemplo, el programa de nuevos talentos Cinefóndation recibió el mayor número de películas –universitarias, en este caso– dirigidas por mujeres: 44% de su total, seguido de la sección de cortometrajes, con un 32%.

En este sentido, Thierry Frémaux, quien se reunió con el colectivo la mañana del jueves para anunciar personalmente los resultados, ve con optimismo el progreso, pues considera que estos datos apuntan a que en el futuro las nuevas generaciones de cineastas tendrán más mujeres en sus líneas.

La periodista y representante del colectivo, Iris Brey, sin embargo, considera que esas cifras no hacen sino visibilizar un patrón, una suerte de Triángulo de las Bermudas, del cual también se ha hablado en EE. UU: aunque buena parte de la currícula de las principales escuelas de cine está formada por mujeres, pocas son las que llegan a hacer su primer o segundo largometraje y más pocas aún son las que logran mostrarlo al mundo. ¿A dónde se van? ¿a dónde desaparecen? ¿por qué no logran hacer largometrajes? y si lo logran ¿por qué no los vemos?

«Lo que más me ha sorprendido es eso», nos dijo Brey en entrevista. «Es que en las escuelas somos la mitad de la currícula, eso significa que las mujeres quieren ser directoras tanto como los hombres, y al menos en Francia las mujeres cineastas que ya están trabajando sólo son el 23%. Y creo que ése sería el siguiente paso: investigar qué sucede, dar una respuesta a por qué no nos están llegando esas películas, por qué no se están haciendo ni se están contando».

La periodista aventura una suposición: «No estoy segura de por qué… yo creo que pasan cosas en muchos niveles. Parte de ello es inconsciente y otra parte es consciente, en la forma en que son tomadas las decisiones, en la forma en que confiamos en nosotras, creo que hay que trabajar en eso, pero más bien me interesa tener los números y escuchar a las propias mujeres revelar por qué no hicieron su primera película».

¿Paridad para 2063?

El colectivo 5050 nació hace seis años, cuando tres mujeres de la industria –Delphyne Besse, Julie Billy, y Bèrènice Vincent– crearon el grupo Le Deuxième y empezaron a reunirse para hablar de cómo podían hacer las cosas un poco más igualitarias en la industria francesa. «Ellas siguen siendo parte del colectivo, y después hubo un momento en que nos dimos cuenta de que necesitábamos que productores y directores se nos unieran. Entonces decidimos llamarlo 5050 y hacerlo más global, con rostros prestigiosos y famosos que pudieran encarnar la causa y darle visibilidad y una voz. El segundo impulso grande sucedió el año pasado con la marcha de Cate Blanchett, una imagen que le dio la vuelta al mundo. Tuvimos mucha suerte de que ese año ella era la presidenta del jurado».

Actualmente, el colectivo cuenta con la firma y el compromiso de alrededor de 600 mujeres de diversas áreas de la industria, entre las que se encuentran las directoras Julia Ducournau (Voraz) y Rebecca Zlotowski, quien presenta su cinta An Easy Girl en la Quincena de Realizadores en Cannes.

«Por supuesto que no sólo nos podemos enfocar en el resultado final, es decir, festivales y premiaciones», explica Brey, «pero hay que considerar que el eslabón final y sus resultados son reflejo de toda la cadena. Si queremos el cambio debemos enfocarnos por supuesto en todo el sistema, e incluso fuera de la industria. El colectivo está muy consciente de que ésta es una conversación global que se necesita tener en todos los pasos de hacer una película. Lo que pasa en festivales es que tenemos la alfombra roja, tenemos a estas personas con mucha notoriedad y es mas fácil abrir la conversación por medio de la prensa».

Finalmente, en el panel sobre inclusión organizado por el colectivo, Brey reconoció el progreso del festival, pero lanzó una advertencia inquietante sobre las cifras: «Si seguimos a este ritmo, tendremos paridad hasta 2063».

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Jessica Oliva Periodista, editora en Cine PREMIERE y bailarina frustrada en sus ratos libres. Gustosa del cine, la literatura, el tango, los datos inútiles y de la oportunidad de desvelarse haciendo lo que sea.