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Cine

Cincuenta sombras más oscuras

06-02-2017, 2:02:23 PM Por:
Cincuenta sombras más oscuras

Dejará satisfechos a los lectores de la saga erótica, pero confundidos al resto de la audiencia por su incredulidad.

Cine PREMIERE: 2
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Cincuenta sombras de Grey nos dejó con una puerta de elevador cerrándose, metáfora de la decisión que toma Anastasia de dejar a Christian tras ser testigo de su mente retorcida. Cuando inicia Cincuenta sombras más oscuras, han pasado tan sólo tres semanas de esto, pero la fuerza que su antecesora nos dejó en su desenlace pronto se esfuma cuando el joven millonario convence fácilmente a Ana de volverlo a intentar.

En esta segunda entrega, dirigida por James Foley con un guion de Niall Leonard (el esposo de E.L. James, la autora de los libros) la trama acelera su paso y agarra un ritmo más dinámico: conocemos el pasado de Christian, Ana tiene un nuevo trabajo (y un jefe conflictivo) hay un incidente con un helicóptero, muchas fiestas, nuevos juguetes sexuales y dos personajes del pasado del Sr. Grey reaparecen en su vida: Leila, una sumisa antigua que amenaza la tranquilidad de la pareja y la Sra. Robinson (interpretada por una Kim Basinger que pasa desapercibida) , la mujer que instruyó a Christian en el arte del BDSM.

A los fans del libro les gustará saber que la cinta se mantiene, en su mayoría, fiel a las palabras de su autora. Todo, excepto en el personaje de Anastasia Steele, a quien desde la primera entrega en la pantalla grande se le agregó una dosis extra de feminismo y rebeldía. Sí, en los libros Ana siempre tiene esta lucha moral entre sus sentimientos por Christian y los gustos de su media naranja, pero en la franquicia han amplificado estas características, presentándola como una mujer fuerte, enamoradiza pero independiente, que cede pero no demasiado, y lo suficientemente liberal y contemporánea para disfrutar algunas prácticas del sadomasoquismo. La Ana de las páginas se siente mucho más débil (como la Bella de Edward en la saga vampírica Crepúsculo en la cual está inspirada), y quien nunca estará completa sin su amado a su lado. Aún así, la Ana Steele de la pantalla (que pasó de ser un ratón de biblioteca a una mujer empoderada y glamorosa en tan sólo unas semanas) es un personaje difícil de tragar y admirar: por más que “luche” por su independencia, siempre termina cediendo y convirtiéndose en el estereotipo de las novelas que tanto le gusta leer.

Christian por su parte, es un hombre cambiado que ha abandonado casi por completo sus prácticas de BDSM. Las “cincuenta sombras más oscuras” deberían de brindarnos a un personaje con severos problemas psicológicos que valdría la pena explorar, pero lo que obtenemos es un Grey que casi se ha convertido en el sumiso de la relación con tal de recuperar a Ana. Y este es el problema de la cinta, la incongruencia. Con tal de satisfacer los espíritus románticos de la audiencia y el apetito por las constantes escenas de sexo, deja a un lado la credibilidad y profundidad en su arco narrativo.

Como punto a favor, algunas escenas de la pareja (aun aquellas que te hacen soltar una risa por lo irreales que parecen) poseen un cierto magnetismo gracias a la química mejorada entre sus protagonistas Dakota Johnson y Jamie Dornan y la comedia acertada que se hace presente en momentos inesperados, todo acompañado de un soundtrack bien curado con canciones de John Legend y Sia, entre muchas otras.

Esta es una película para los fanáticos de los libros, quienes aguardan ansiosamente ver sus escenas favoritas en la “vida real”. Pero, debemos recordar que esta base de fans está compuesta por millones de personas, en 52 idiomas distintos, así que si nos fijamos en los números de taquilla, la cinta sin duda será un éxito.

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autor Comunicóloga para quien el cine y la fotografía son las mejores maneras de ver la vida. Es fan de Sofia Coppola y la estética de Wes Anderson, añora décadas pasadas y piensa que todo el mundo debería irse en un road trip por lo menos una vez en la vida.
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