Cruella: ¿Cuántos vestuarios se necesitan para convertirse en villana?
La diseñadora Jenny Beavan nos revela cómo transformó a Estella en Cruella a través del vestuario.
Esta semana llegó a los cines uno de los live action más esperados de Disney, que cuenta a manera de precuela los orígenes de una de las villanas más atractivas de la casa Mickey Mouse. Desde luego, configurar una historia alrededor de Cruella de Vil inminentemente requiere profundizar en el vestuario. Una de las características más importantes del maquiavélico personaje es su sentido de la moda y cómo la indumentaria construye la personalidad de una mujer que conocimos obsesionada por las pieles de dálmatas. Sin embargo, en Cruella la tarea principal era contar la historia a través del vestuario.
Lo anterior fue muy claro para la diseñadora de vestuario Jenny Beavan, quien desde la primera lectura de guion se dio cuenta de que estaba ante un estudio de personaje, denso e interesante, que requería algo novedoso, diferente y muy elaborado. Por fortuna, la vestuarista está acostumbrada a las tareas titánicas. Habiendo colaborado con anterioridad en películas que demandaban la creación de cientos de outfits en épocas específicas, aquí lo más complicado fue jugar con la personalidad de dos divas: analizar cómo repercute la influencia de una en la evolución de la otra, hasta convertirla en la villana fashionista más famosa de todas.
En la película, Estella (Emma Stone) es una aspirante a diseñadora que de pronto consigue el trabajo de sus sueños en una casa de la moda liderada por la Baronesa (Emma Thompson), el más grande icono artístico en el mundo de la moda durante los años 60. No obstante, el desencanto ocurre cuando la ídola se revela ante su fanática como una mujer prepotente y sin escrúpulos, que además es la responsable de una tragedia muy personal para la protagonista. De esta forma, Estella comienza su viaje al lado oscuro y el vestuario es la principal herramienta narrativa de dicho proceso.
«Bueno, obviamente Cruella fue un desafío enorme porque se trata de moda», platicó la vestuarista de la película, Jenny Beavan. «Y ves un arco completo en su viaje de ser una niña joven a una mujer rebelde que obviamente tiene un gusto muy específico para la moda y para convertirse en una diseñadora con una línea específica».
Dado que Cruella está ubicada en la década de los 70, el movimiento punk también tuvo una gran influencia en el vestuario. Pero el verdadero desafío fue construir la personalidad de dos mujeres oponentes de estratos muy diferentes. Para el estilo de Estella, Beavan se inspiró de manera inmediata en las obras de John Galliano y de Vivienne Westwood, pero sobre todo, en aquellas visitas al Mercado Portobello de Londres, en donde aquellas mujeres que no tenían gran solvencia podían armar outfits increíbles por bajo costo. Así, la Estella que viene desde los barrio bajos viste primero de mercados populares antes de tomar el estilo de la Baronesa y deconstruirlo a sus propios y oscuros propósitos.
Por otro lado, para vestir apropiadamente a Emma Thompson, Beavan hubo de revisitar las viejas revistas Vogue de la época para conocer el tipo de alta costura que usaría una persona en sus cuarentas, con posibilidades económicas y gran sentido de la moda.
«Emma Thompson tiene una figura increíblemente buena», asegura Beavan. «Y le encanta usar este tipo de ropa. Ella realmente lo disfruta y eso le brinda una dimensión extra a todo el vestuario. Quiero decir, hay quien se lo pone y listo, pero ella, como puedes ver, realmente lo encarna».
En términos de vestuario, en general, la numeralia de Cruella es impresionante. Jenny Beavan y su equipo configuraron 277 vestuarios diferentes, de los cuales 47 fueron tan sólo para el personaje central, interpretado por Emma Stone. Por su parte, Emma Thompson recibió 33 cambios distintos. Sin duda la labor más sobresaliente es el vestido de pétalos que Estella utiliza en uno de los momentos clave de la película. La tela se despliega por metros desde un automóvil y hasta las calles de Londres. Para aquella indumentaria específica se cosieron a mano 5060 pétalos.
«El problema [del vestido de pétalos] era que resultó demasiado pesado», continuó. «Así que tuvimos que hacerlo muy muy ligero con organza. Y pusimos cada uno [de los pétalos] de manera individual porque era imposible hacerlo de otro modo, realmente no había forma de mecanizarlo. Fue un grupo extraordinario de personas como puedes ver […] A veces la mesa estaba rodeada de jóvenes costureros… cosiendo, pero ocupaba una gran cantidad de tela y tenía que ser ligero. Lo suficientemente pesado para que girara, pero ligero para que [Emma Stone] fuera capaz de moverse del auto. Fue un desafío».
Inesperadamente, la película no basó ninguno de sus vestuarios en lo diseñado por Disney para el personaje ,tanto en la película animada, como en la versión live action personificada por Glenn Close. Sin embargo, la meta era vestir a Cruella en una suerte de camino inicial que resultara testigo del estilo que guarda el personaje durante sus desventuras en la búsqueda de piel canina.
Jenny Beavan ya ha ganado el Óscar por el vestuario de Mad Max: Furia en el camino (2015), pero quizás esté muy cerca de llevarse una nueva estatuilla a casa. Cruella llegó a los cines el 27 de mayo y también está disponible en Disney Plus con Premiere Access.
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Luis Angel H Mora Mi relación más estable es con el cine, la fiesta y la música. Me encanta escribir sobre cine, conocer gente nueva y compartir ideas. Idealista en todo sentido, supongo que es mi rasgo acuariano de ascendente.
