FICM 2019: Mano de obra y las desigualdades sociales de México

Luego de desempeñarse como productor ejecutivo de cintas como Las hijas de abril y Los herederos, el momento de debutar en la silla de dirección llegó para David Zonana. Mano de obra, parte de la selección oficial del FICM 2019 y estrenada en el Festival de San Sebastián y en el TIFF 2019, sigue la historia de Francisco y un grupo de albañiles que buscarán justicia después de que la cuñada de Francisco no reciba indemnización por la muerte de su hermano en la construcción de una lujosa casa en la Ciudad de México.

Protagonizada por el nominado al Ariel Luis Alberti, la situación particular de Mano de obra se convierte en un vehículo para explorar la desigualdad y la injusticia, las carencias, los contrastes y la opresión. A propósito de su participación en el FICM 2019, charlamos con David sobre su primera experiencia detrás de la cámara y la llegada de su cinta a nuestro país.

· ¿Qué aprendiste de la experiencia de dirigir tu primer largometraje?

Es muy distinto [a los cortometrajes]. Los cortos son un formato reducido y un largo es otro animal. Es un mundo distinto, tiempos distintos. Son tiempos muy largos. Un corto lo puedo pensar ahorita, escribirlo en tres días y filmarlo en tres meses. Una película, ese tema del presupuesto y demás toma más tiempo. Es un proyecto con el que, si no estás realmente apasionado con el tema con el que estás hablando, puede ser difícil, porque son años. Es como hacerte un tatuaje que igual no te gusta en un par de años. Por eso no tengo tatuajes, pero sí tengo películas [ríe]. Y es eso, buscar algo que realmente te apasione por el tiempo que tarda.

· ¿Qué te llamó la atención de esta historia para comprometerte a contarla?

Para mí los contrastes sociales y económicos que veo en las calles y en México en general, en Latinoamérica, son muy fuertes. Es algo que me ha impresionado desde que tengo memoria y que nunca deja de estar en mi cabeza. Salgo todos los días, camino o viajo al sur del país y veo las condiciones de unos y de otros, de la clase trabajadora y de la clase media-alta, y me impresiona ver cómo gente puede tener tan poco y los otros pueden tener tanto. Le doy muchas vueltas a eso en mi cabeza todos los días y de ahí me doy cuenta que sí voy a poder comprometerme con un proyecto de este tipo por años y años. Esto no creo que vaya a salir de mis preocupaciones en bastante tiempo.

· Mano de obra se adentra en el mundo de los albañiles, ¿cómo te preparaste para escribir la historia?

Sí, yo cuando empecé a escribir la historia de Mano de obra a finales de 2016 sabía que era indispensable pasar mucho tiempo en construcciones, hablando con la gente, entendiendo las condiciones de trabajo y demás. Entonces pues hice eso. Estuve horas y horas con libreta en mano en construcciones tratando de llamar la atención lo menos posible para entender de qué temas hablaban, de qué se reían, de qué se peleaban; cómo eran las dinámicas dentro de este mundo. Eso fue indispensable para el guion. También hablar con la gente y entender sus preocupaciones, sus ambiciones; ahora sí que aprendí cómo ven la vida desde ahí. Fue un proceso largo pero muy enriquecedor, tanto a nivel personal como para la película. Ya luego también el proceso de cuando nos acercábamos a filmar y seleccionamos al elenco, a los albañiles reales que iban a hacer la película, también hay un proceso ya de amistad que le otorgó otra capa de profundidad de la película, conocerlos a ellos y adaptar un poco los personajes a ellos.

· ¿Por qué la decisión de trabajar con albañiles reales y no con actores?

Yo sentía que iba a ser más complicado replicar el mundo de la albañilería y sus dinámicas con actores reales. Para mí eso iba a ser todavía más complicado que encontrar gente talentosa y con sensibilidad en este mundo. Por una parte el camino que para mí era más realizable era lograr sacar actuaciones creíbles de albañiles reales. Y por otro lado, también yo quería hacer una película que retrate un poco la realidad y que se sienta viva en cierta forma, que la veas y digas: ‘ah no pues sí, sí me siento en este mundo, siento que soy partícipe y que creo en lo que estoy viendo’. Y era un riesgo que yo quise tomar. Sabiendo que era mi ópera prima y que se hacen tantas películas por año, preferí tomar un riesgo de este tamaño con la idea de que la película tenga algo especial y que no sea una película más. Y además darle una vida a la película que iba a ser difícil encontrar de otra manera.

· Mano de obra fue seleccionada por el Bolivia Lab y el Morelia Sundance Lab en su etapa de desarrollo. ¿Cómo fue el proceso a partir de ahí? ¿Qué impulso le dio a la película?

Tuve la suerte de que la etapa de guion entró a varios laboratorios. Tuvo aceptación el guion y eso a mí me motivó mucho también, porque pues yo escribiendo mi primer película y viendo que la gente estaba conectando con la historia, me motivó mucho a hacerla. Además del empuje que eso le da al proyecto, porque ya está preaprobada en varios rubros y eso a la hora de pedir los fondos es importante. Pero también personalmente para mí era importante saber que yo tenía la capacidad de escribir algo que conecte con la gente.

· Después de su paso en festivales, ¿qué sigue para la película?

Sí, estuvo en Toronto, en San Sebastián en competencia oficial, en BFI en Londres, ganamos un premio en Zurich también, ahora viene Morelia que para mí es la proyección más importante siendo en México. Es con el público mexicano con el cual yo quiero entablar esta conversación y me encanta que se vaya a proyectar acá y ojalá se proyecte muchas veces más. La distribución la tiene PIANO y estamos esperando resultados de EFICINE Distribución, que deben de salir pronto, para el estreno comercial, que esperemos sea en marzo del año que entra.

Mano de obra, ópera prima de David Zonana, es parte de la selección oficial del FICM 2019. Consulta aquí los horarios y funciones disponibles.

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Sebastián Valencia Apasionado de la animación y el cine de romance. Mi director favorito es David Fincher. Y me gusta el rap.